Representantes de juntas de vecinos del sector Paipote, en Copiapó, participaron atentamente de la exposición hecha por el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, sobre la campaña de control de mosca de la fruta que se ejecuta en la zona, encuentro en que se resolvieron consultas e inquietudes.
La reunión se realizó gracias al apoyo del Centro Comunitario Estación Paipote, lugar donde el SAG mantiene su centro de operaciones, siendo encabezada por el Jefe de Campaña, José Herrera Iglesias, quien dialogó con la comunidad y agradeció la colaboración que ha recibido. Asistieron al encuentro agrupaciones de Paipote, Llanos de Ollantay y otras zonas aledañas.
Junto con explicar los trabajos de control que se realizan en las propiedades de la zona, Herrera y su equipo invitaron a los/as vecinos/as a dirigirse directamente al Centro Comunitario para contar con mayores informaciones y, junto a su apoyo, erradicar lo antes posible este perjudicial insecto para la agricultura.
Agregó que el SAG cuanta con un equipo de más de 30 personas que están siempre en contacto con la comunidad, visitando las casas para verificar árboles frutales y trampas instaladas en ellos, descargar frutas y limpiar, entre otras labores, por lo que apeló a la comprensión y ayuda de la comunidad.
Por su parte, la directora regional (s) del SAG, Carla Montiel González, señaló que fue una buena instancia para conversar las y los vecinos e instarlos a adquirir frutas y verduras en lugares establecidos, como ferias y negocios, evitando el comercio callejero o informal, y con ello prevenir la aparición de focos de mosca de la fruta.
Eric Ordenes, encargado del Centro Comunitario, dependiente de la ilustre municipalidad de Copiapó, solicitó a las y los asistentes seguir cooperando con el SAG y, especialmente, bajar la información entregada a todas las personas que integran las juntas de vecinos.
Cabe destacar, que la campaña de control Paipote comenzó a fines de enero luego de la detección de dos insectos adultos en trampas del Servicio. La mosca de la fruta es inofensiva para el ser humano, pero causa un daño directo a la fruta al reproducirse en su interior y pudrirla, por lo que es una amenaza importante para la producción de frutales y hortalizas.