Desde el receso legislativo, el diputado y precandidato presidencial Johannes Kaiser se toma un tiempo para conversar con BioBioChile sobre diferentes temas de contingencia. Entre ellos, la súbita irrupción en las encuestas, el distanciamiento -cada vez más notorio- de Chile Vamos al interior de la oposición y los nombres que podría enfrentar desde la izquierda. En ese contexto, asegura que Tomás Vodanovic “es más competitivo” que la expresidenta Michelle Bachelet, quien -a su juicio- arrastra “un tremendo clóset lleno de esqueletos”.
Igualmente, reconociendo identificación con los proyectos políticos de Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele en El Salvador y Donald Trump en Estados Unidos, el exmilitante del Partido Republicano aborda sus principales ideas para llegar a La Moneda. Esto, mostrando disponibilidad para enfrentar a José Antonio Kast, y a una carta del Partido Social Cristiano, en una primaria.
Con un tono molesto, al ser consultado por sus dichos de los fusilados de Pisagua durante la dictadura, Kaiser responde sobre la figura del dictador Augusto Pinochet, a quien también reconoce como Presidente de la República. “¿Negacionista de qué?”, plantea durante el diálogo.
La arremetida de Johannes Kaiser y el desencuentro con Chile Vamos
—¿A qué cree que se debe su irrupción en las encuestas?
A dos cosas. En primer lugar, me sorprende mucho que haya encuestas que difieren las unas de las otras en más de tres, cuatro o cinco puntos, porque eso nos está diciendo que hay un problema serio con alguna de las encuestadoras que está publicando. En segundo lugar, plantea que nosotros lo que estamos haciendo es representar a un electorado que se ha visto en una que otra situación -en el último tiempo- decepcionado por lo que ha sido la gestión de los partidos ya establecidos, que buscan una alternativa que esté más definida y más clara en lo que es la defensa de los valores que generan o que hacen posible una sociedad libre.
—¿Descartó participar en una primaria con Chile Vamos?
Chile Vamos cerró las puertas a una primaria.
—¿Tras la votación por la reforma de pensiones?
Sí, pero esa es la última votación -de muchas- en que Chile Vamos se ha distanciado de lo que es su proyecto político declarado.
—¿De qué depende que participe de una primaria con el Partido Republicano y/o con el Partido Social Cristiano?
De la disposición de esas dos formaciones, si creen que es necesario y toman esa decisión libremente y en la interna de cada uno de ellos (…) pero sino, vamos a respetar esa decisión.
—La UDI insiste en primarias amplias. Ud. reaccionó y aseguró “el tiempo de las extorsiones se acabó” y que “no pueden dinamitar a la oposición”. ¿A qué se refiere?
La UDI dinamitó a la oposición. Usted no puede sencillamente llegar a acuerdos con el gobierno, que son rechazados por una parte importante de la oposición, y después esperar que se formen o que puedan haber alianzas políticas (…) por lo demás, pasándonos la máquina parlamentaria por encima, violando nuestros derechos parlamentarios para poder analizar como correspondía el proyecto de ley (reforma de pensiones) que había salido del Senado, es algo que es simplemente inaceptable.
Fue Chile Vamos el que cerró las puertas (…) son ellos los que destruyen la unidad del sector. Siempre es lo mismo. La unidad se hace en torno a ellos, yo les voy a decir una cosa: no. La unidad se hace en torno a un proyecto político y claramente el proyecto político de Chile Vamos no es el mismo que aquel que defendemos nosotros. Y por lo tanto, dado que no existe una comunión de proyecto político, no hay unidad.
—Volviendo a quienes no están con Chile Vamos, ¿en qué se diferencia Johannes Kaiser con José Antonio Kast?
Cada uno tiene su propia historia vital. Eso entrega una visión distinta de las cosas y por lo demás nosotros tenemos una posición política que no proviene del gremialismo, que no proviene del pensamiento conservador tradicional. Hay una diferencia ideológica ahí (…) nosotros no construimos sobre la diferencia, pero construimos sobre nuestras propias ideas.
—¿No cree que la dispersión de votos en la derecha pueda darle una oportunidad a la izquierda?
Es que no es relevante. La izquierda va a recibir siempre los votos de apoyo de Chile Vamos cuando se trata de cosas importantes.
—¿Incluso en las presidenciales, cree usted?
Yo creo que Chile Vamos de manera sistemática ha entregado votos a la izquierda, en situaciones extremadamente delicadas de la historia de nuestro país. Entonces, no me pueden venir a decir que es un problema que gane la izquierda si Chile Vamos está permanentemente ayudando a la izquierda a ganar y avanzar sus posiciones. No pueden venir ahora a decirnos que ellos tienen temor de que gane esa izquierda con la cual llegan a todo tipo de acuerdos, bajo circunstancias y en condiciones que son simplemente inaceptables. Supongo que no tendrán ningún problema con que sigan gobernando los mismos con los cuales llegan a acuerdos.
—¿Le gustaría competir con Michelle Bachelet? ¿Qué figuras ve usted en la izquierda?
Con posibilidades de arrastrar a un número relevante de votantes, yo en este momento veo solamente a Michelle Bachelet y a Tomás Vodanovic.
—Y entre los dos, ¿a cuál le gustaría enfrentar?
Sin duda que a Michelle Bachelet.
—¿La ve más competitiva que a Tomás Vodanovic?
No, veo que Tomás Vodanovic es más competitivo. Michelle Bachelet viene arrastrando un tremendo clóset lleno de esqueletos que haría más fácil confrontarla para que, de una vez por todas, le pueda rendir cuentas a Chile de lo que ha hecho. Y en esta ocasión no va a poder decir ‘paso’.
Eventual administración de Johannes Kaiser
—Si yo le pregunto por un TOP 3 de materias que serían relevantes para un posible gobierno de Johannes Kaiser, ¿cuáles serían?
Inmigración, seguridad, economía. Súmele dos, son cinco los temas más importantes, salud y educación. Algo también escencial, pero si no controlamos las primeras tres variantes, no tenemos cómo financiar la salud tampoco.
—Entre Javier Milei, Donald Trump y Nayib Bukele, ¿con quién se siente más representado y por qué?
A mí no me representan personas, a mí me representan idearios político.
—¿Y los ideales, los proyetos en este caso?
El proyecto político de Javier Milei en materia económica es mucho más cercano al al nuestro, el de Nayib Bukele es más cercano en materia de seguridad interior, el de los Estados Unidos probablemente sea más cercano en materia de batalla cultural. Entonces, son distintas aproximaciones y son distintos acentos que se ponen también de la mano de realidades distintas.
—Mirando un poco hacia Argentina y la “motosierra de Milei”, ¿reduciría el Estado? ¿cómo?
Yo no sé si se necesita una motosierra en Chile o algo más grande (…) no podemos darnos el lujo de dilapidar la plata así. Y eso significa que sí, tenemos que entrar a recortar el Estado, tenemos que entrar a sacar a las personas que han sido contratadas, están a contrata, a honorarios o que están en planta y no están cumpliendo con su con su deber. Y eso significa también que hay que hacer las modificaciones legales para que eso sea posible.
—¿Eliminaría algún ministerio?
De todas maneras, la mayoría se transformarían de nuevo en Subsecretarías (…) por ejemplo, Minería, Agricultura, Energía, Medio Ambiente pasarían a ser Subsecretaría de Economía.
En materia de Defensa y Seguridad Interior, probablemente quedarían también unificados en su gestión. Después tenemos el Ministerio de la Mujer, Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio del Trabajo, que debiesen quedar bajo un solo techo como Subsecretaría. Tenemos en Obras Públicas que debiese tener bajo el alero la Subsecretaría de Vivienda, Bienes Nacionales, Obras Públicas y Telecomunicaciones para optimizar los tiempos de tramitación de permiso para la construcción de vivienda social, etc. Podemos reducir, creemos, nuestra cantidad de ministerios actuales a 10.
—En el caso del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, esa fue una de las medidas de José Antonio Kast y que marcó la diferencia en la segunda vuelta con el presidente Gabriel Boric. El voto femenimo fue muy trasendental.
Las mujeres en Chile, a estas alturas, deben saber que el Ministerio de la Mujer no ha sido capaz de impedir ni una cosa, ni un acoso sexual, ni siquiera en la propia Moneda. El Ministerio de la Mujer no protege a las mujeres, es fundamentalmente ideológico que consume recursos públicos para mantener una burocracia.
—En un eventual gobierno, ¿con quién gobernaría? ¿Tiene la gente suficiente?
Yo creo que nosotros vamos a tener la gente suficiente y donde nos falte vamos a buscar a los más capacitados para que asuman ese tipo de cargos. No se olvida de una cosa, nosotros estamos proponiendo el retorno a la tecnocracia. Queremos que los mandos medios en nuestra administración pública ya no sean militantes políticos, o no necesariamente militantes.
—Hemos visto que el presidente Donald Trump ha impuesto aranceles a China, Canadá, México, ¿usted cree que podría pasar algo así con Chile? ¿En esta administración y en una eventual administración suya?
No, en una administración mía yo creo que eso es menos probable. En esta administración no hay que olvidar que Estados Unidos es muy cercano a Israel (…) este gobierno ha tenido una relación con Israel, por decir lo menos, bastante debilitada o deficiente (…) parte de este gobierno es muy cercano al régimen de (Nicolás) Maduro. No me sorprendería que de repente nos pegasen un apretón y espero que eso no suceda por el bien de Chile.
—Entonces, ¿cree que no pasaría en una administración suya? ¿Por qué?
Bueno, es muy sencillo, nosotros no somos irresponsables en nuestra política exterior. Segundo, no toleramos la actividad y no estamos dispuestos a tolerar la actividad de grupos insurgentes o narcotraficantes en nuestra vida económica.
—En una eventual administración Kaiser, ¿retiraría a Chile de la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
La Organización Mundial de la Salud fracasó rotundamente en lo que fue el combate a la pandemia. Sus recomendaciones fueron muchas veces nocivas y por lo demás tiene el problema de ser una organización que está politizada y profundamente permeada desde China.
Dictadura y Derechos Humanos: “¿Negacionista de qué?”
—En los últimos días comenzó a viralizarse un antiguo video suyo donde dice que “estaban bien fusiladas esa gente de Pisagua”. Se trata de algo que la Corte Suprema calificó como discurso de odio. ¿Usted mantiene esas declaraciones?
La Corte Suprema no puede calificar algo de discurso de odio porque no existe en el Código Penal ni en el Código Civil. Ahora, que lo hayan hecho en un fallo del juez (Sergio) Muñoz por lo demás, donde estaba la señora (Ángela) Vivanco también, no me sorprende, porque le gusta andar legislando a través de los fallos.
El segundo punto es el siguiente, dado que les gusta sacar cosas de contexto, yo estaba hablando de los fusilamientos dentro de lo que era el entonces vigente Estado de Sitio. Y tiene que ver con la legalidad en ese momento de lo actuado, por parte de los secretarios, jueces, fiscales y defensores en los juicios de guerra (…) es un análisis jurídico de lo que estaba sucediendo en ese momento y de cómo la Corte Suprema ha entrado a resignificar lo que fueron los procesos en esa época, darle otra calificación y transformar los procesos mismos en delitos.
—A finales del año pasado usted dijo que Augusto Pinochet “evitó que Chile se transformara en Cuba-Venezuela”, pero también condenó las violaciones a los Derechos Humanos y reconoció que es un dictador. Teniendo en cuenta eso, ¿cree que la derecha que no lo reconoce así es negacionista?
¿De qué me está hablando? ¿Por qué me quiere poner palabras en la boca?
—Lo dijo en una entrevista.
Usted me habla a mí de negacionismo.
—Le estoy preguntando.
Mire, desde 1973 Pinochet entra con un golpe de fuerza hasta 1980, un gobierno de facto. En 1980 se vota la Constitución y la presidencia de Augusto Pinochet. Usted puede estar de acuerdo o no. A partir de ese momento él es Presidente de la República, fue dictador y Presidente en dos momentos distintos (…) se cumple con los dos requisitos. Uno, el golpe de Estado durante el tiempo en el cual existe un gobierno de facto, la Junta Militar. Y posteriormente la presidencia de Augusto Pinochet. Esa es la historia, punto, ¿y quién es negacionista? ¿de qué?
—Le estoy preguntando si es que lo reconoce, a Augusto Pinochet, como dictador.
Se lo acabo de decir, le expliqué cuál era la línea de tiempo.
Leonidas Romero, el caso Puerto Coronel y la molestia de Kaiser
—Cuando anunció que su partido se constituyó oficialmente, en la instancia lo acompañaron diputados como Gonzalo de la Carrera, Cristóbal Urruticoechea, Gloria Naveillán y Leonidas Romero. ¿Se siente cómodo con este último, a propósito de su involucramiento en el caso Puerto Coronel?
(Kaiser responde con una pregunta) ¿Usted está sosteniendo que Leonidas Romero tuvo algo que ver con eso? Porque usted está implicando que cometió un delito.
—No. Le estoy preguntando si se siente cómodo con él, al estar involucrado en el caso Puerto Coronel.
Si no ha cometido delito, ¿cuál es el problema? (…) lo que a mí me hace sentir incómodo es cuando los periodistas tratan de generar o destruir la reputación de alguien.
—Yo no estoy intentando destruir la reputación de nadie, diputado.
Bueno, no es lo que veo. Usted me dice ‘¿se siente cómodo?’ Por qué tendría que tener algún problema con él. Si fuese imputado o condenado, etc, evidentemente que habría un problema (…) me hace una pregunta capciosa que en el lector va a generar necesariamente la impresión de que él es culpable. ¿Vamos a seguir con los juicios por la prensa?
—No, yo no soy quién para hacer juicios, diputado. Yo soy periodista y busco respuestas.
(…) Si no está imputado, no está condenado, entonces lo que usted está levantando es un rumor.
—No, no estoy levantando rumores.
En ese momento, terminó la entrevista.
Fuente: BioBioChile