El delantero sale al paso de las amenazas que ha recibido y anuncia a El Deportivo que no seguirá en Calama. Eso sí, dispara contundentemente contra la dirigencia
Nicolás Maturana está decidido. Ya le pidió a Cobreloa que lo envíe a préstamo. No sabe su destino, porque ni siquiera se ha puesto a buscarlo, pero dice que se hastió de la situación que está viviendo en Calama. Sin ir más lejos, en esta jornada exhibió una dura amenaza a través de su cuenta en Instagram. “En Calama está tu ataúd”, era una de las frases más contundentes y decisivas. Asegura que tiene individualizados a quienes está detrás. En el intertanto, respaldado por una funcionaria del club y asesorado por la ANFP y el Sifup, presentó la denuncia respectiva ante la PDI. Su prioridad es la seguridad de su familia.
Con la dirigencia, en cambio, la relación está en su máximo punto de tensión. “El presidente no me ha dicho nada. Se fue a reír en mi cara porque estaba pasando por esta situación. De los dirigentes nadie se ha comunicado conmigo. La gente que trabaja en el club y mis compañeros, sí. De los dirigentes no he recibido ningún mensaje”, sentencia a El Deportivo. En efecto, Fernando Ramírez, timonel loíno, al ser contactado por este medio, evitó referirse a la situación de Maturana y sostuvo que a las 20 horas habrá una reunión de directorio en la que se tratará la materia. A su vez, Óscar Wirth, gerente deportivo, manifestó desconocer la situación que expone el futbolista, quien defendió a Universidad de Chile y Colo Colo.
Maturana pasa al ataque
Maturana pasa al frente. “Decidí irme a préstamo. Haré felices a todos los dirigentes, Esto lo generó el presidente. Ellos querían sacarme desde que asumieron. Se supone que soy la manzana perdida y me detestan. Eran los únicos que opinaban esto. Y utilizaron hinchas para generar este ambiente”, asegura.
Por el momento, falta una conversación más profunda con Emiliano Astorga, pero el camino está decidido. “Yo creo que al final está todo alineado para sacarme. Yo estaba en la lista de lo que querían sacar del club. Lograron cansarme. Me fueron a amenazar a mi departamento”, enfatiza.
De hecho, tampoco valora demasiado la expresión formal que tuvo el club respecto de la situación que le afecta. “El comunicado lo hizo la gerente porque el Rolo González (capitán del equipo) los apretó”, afirma.
“No están ni ahí conmigo. Soy una molestia del club, porque defiendo a la gente que hace todo por el club y lo trato mal. Saben que la gente me quiere y voy de frente. Les da miedo que hable de las cosas que pasen acá”, insiste.
“No tengo nada. Mi idea era no pelear con nadie. Quería quedarme acá. Amo el club, me acostumbré a la ciudad. Cobreloa era parte de mi vida, pero uno se va cansando, tengo mi hijo. Hice la denuncia y la van a derivar”, detalla.
Maturana reconoce que la ANFP se comunicó con el club, aunque no con él. “El Sifup sí lo hizo”, precisa, sin dejar de agradecer el respaldo del ente rector del fútbol chileno. De sus agresores, dice que los tiene identificados. “Sé quienes son, porque viven en el condominio del lado”, aclara.
Finalmente, revela que su compromiso con la entidad calameña ha sido irrestricto. “Al club siempre lo defendí. Me deben más de cuatro millones. Mis tratamientos me los he pagado yo. El año pasado puse plata para regalarles chocolates a los funcionarios. O camisetas a la gente”, enfatiza. Y, finalmente, les pasa la cuenta a los encargados de adoptar las decisiones importantes. “A Wirth lo respeto como ídolo, pero no tengo relación con él y qué voy a decir del presidente. Todo está bien cuando se gana. Pero cuando no salen a la luz muchas cosas”, concluye.
Fuente: La Tercera