Si bien los ojos de toda la opinión pública de Estados Unidos -y del mundo entero- están puestos en el futuro electoral del Presidente Joe Biden, hay una incógnita aún sin resolver, pero que debería saberse en cualquier momento: ¿quién será el compañero de fórmula de Donald Trump para los comicios de noviembre próximo?
El líder republicano se ha mantenido de forma estratégica en silencio sobre este asunto vital. El anuncio debería hacerlo antes de la Convención Nacional Republicana que se celebrará en Milwaukee a partir del próximo lunes, durante la cual el dúo que formará Trump con su compañero de fórmula será coronado oficialmente por el partido.
Se suponía que el nombre se conocería antes, pero los republicanos prefirieron dejar el foco de atención en el debate en torno al estado de salud de Joe Biden, de 81 años, cuya continuidad en la contienda electoral aún está en duda.
Las normas de la convención exigen que los republicanos designen su candidatura presidencial -incluido el nombre del ‘vice’- el próximo lunes y, por lo tanto, tiene que haber sido anunciada con anterioridad.
Así las cosas, el ex mandatario de 78 años se ha limitado a decir que quien lo acompañe en noviembre tiene que ser alguien que le permita ampliar su base de votantes, pero también que “sea capaz de hacer un excelente trabajo como presidente”.
Esto último, ya que el cargo de vicepresidente está pensado principalmente para sustituir al mandatario en caso de fallecimiento o dimisión.
Nueve vicepresidentes han llegado a la presidencia en estas condiciones. Los más recientes fueron Lyndon Johnson, tras el asesinato de John F. Kennedy, y Gerald Ford, después de que Richard Nixon dimitiera por el escándalo Watergate.
Los candidatos
Tres son los principales candidatos para acompañar a Trump en la papeleta, de acuerdo con la prensa local: los senadores Marco Rubio (Florida) y J.D. Vance (Ohio), y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.
Por cercanía, el escenario de la convención en Milwaukee podría ser ideal para nombrar al favorito Vance, un político e inversor de 39 años que también es el autor de sus memorias líder de ventas ‘Hillbilly Elegy’ (‘Hillbilly: Una elegía rural’), llevadas luego a la gran pantalla y disponibles en Netflix. Este libro lo convirtió en una figura entre los medios y la clase política de aquellos que viven en el denominado Rust Belt (cinturón manufacturero del Noreeste y Medio Oeste), un colectivo que ayudó a que Trump se hiciera con la Casa Blanca en 2016.
De izquierda a derecha: J.D. Vance, Doug Burgum y Marco Rubio.
Sin embargo, durante un tiempo, Vance dejó claro su desdén por el ex mandatario y sus políticas, hasta el punto que en una entrevista en 2016 dijo a ABC News que “no veía a Trump ofreciendo muchas soluciones”. Pero, posteriormente, se retractó de su postura y elogió al líder republicano: “No pensé que iba a ser un buen presidente. Fue un gran presidente y es una de las razones por las que estoy trabajando tan duro para asegurarme de que obtenga un segundo mandato”, dijo en junio pasado en una entrevista con Fox News.
El senador se ha mantenido fiel a su estilo conservador y duro, incluida la oposición a la ayuda a Ucrania, y se destaca por su capacidad de atraer tanto a los votantes de la clase trabajadora, debido a su origen obrero, como a los electores urbanos altamente educados.
Con un perfil muy diferente, Burgum (67 años) -un adinerado ex ejecutivo de software que acumula dos mandatos como gobernador de Dakota del Norte- también figura en las quinielas y recientemente ha ganado puntos tras endurecer sus políticas contra el aborto. Trump lo ha calificado como “perspicaz y de gran intelecto”.
Al empresario y filántropo conservador se le considera una buena apuesta como compañero de fórmula de Trump para atraer a los votantes moderados y es bien considerado dentro del aparato republicano.
Tanto Vance como Burgum han aterrizado hace relativamente poco a la órbita del ex presidente, en contraste con Marco Rubio que, aunque no se ha involucrado tan abiertamente en la campaña, ha forjado una relación de amistad con Trump en sus últimos cuatro años en Washington.
Rubio -conocido en Chile por asegurar la presencia del grupo Hezbollah en el país- se enfrentó sin éxito a Trump en las primarias republicanas para la presidencia en 2016: “Era duro, era inteligente y realmente llegué a conocerlo bien a lo largo de los años. Es un tipo fantástico“, aseguró el ex jefe del Ejecutivo de EE.UU. el martes en un evento en Miami con este hijo de inmigrantes cubanos.
Fuente: Emol.com