En medio de la elevada inflación y el mayor costo de insumos claves, una encuesta elaborada por Fedefruta apuntó que 9 de cada 10 productores creen que no podrán costear el trabajo venidero para la campaña 2022-2023.
El sector agrícola chileno asegura estar en crisis y varios son los factores que apuntan para explicar el complejo escenario, en medio del desborde inflacionario mundial, el alza de costos de insumos claves -como fertilizantes y mano de obra-, las disrupciones en las cadenas logísticas, una extensa sequía, y los menores ingresos.
Un gris contexto que se da pese al alto -e histórico- precio del dólar en Chile, lo cual es una buena noticia para las exportaciones de la industria.
No obstante, desde el Gobierno pusieron paños fríos sobre esta situación. El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, indicó a este medio que faltan pocos días para el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) “entreguen la información sobre cómo estuvo lo que se llama la opción de siembra, que tiene que ver con cómo los actores en todo el territorio se van midiendo con datos duros”.
“Y la verdad es que vienen noticias bastante positivas, por lo tanto, todas estas visiones de crisis globales, y voces bien apocalípticas”, subrayó.
“Esto es producto de dos razones: uno que es muy fuerte nuestra agricultura, muy fuerte, toda la familia agrícola, pequeña, mediana y grande. Y segundo, porque el Gobierno ha estado muy activo, hemos cuatruplicado el crédito agrícola comparado con el mismo semestre del año anterior, están todos los apoyos de Indap, está Siembra por Chile, apoyo en bonificación, en fertilización, el proyecto enorme con la Conaf con bosque nativo, para apoyar la agricultura, entre ellos, también a los fruteros, porque es muy importante la fertilización, hay que mantener todo el sector apícola muy vivo”, expuso.
Además, adelantó que mediados de agosto podrían haber novedades respecto a los procesos de importación y exportación de fruta, a propósito del trabajo que realiza la Comisión de Seguridad y Soberanía Alimentaria impulsada por el Ejecutivo.
¿Favorece el precio del dólar?
Normalmente, en tiempos menos turbulentos, el sector agrícola solía verse beneficiado por el alto precio del dólar -hoy en torno a $910-. Sin embargo, ni el alto precio de la divisa pareciera ser un alivio para el rubro -sobre todo para quienes no exportan-, pues ha incidido en un incremento de los costos y tasas de interés más restrictivas.
De hecho, Allendes sostuvo que “un dólar alto, si bien es positivo para los exportadores, afecta con importantes alzas de los insumos agrícolas como fertilizantes, agroquímicos, materiales de embalaje, petróleo, entre otros”, agregando que “los productores locales que no exportan son los más afectados con las alzas de costos porque no tienen el pago en dólares y también les impacta las fuertes alzas de las tasas de interés”.
A su vez, Valenzuela asegura que “se puede pensar que con un tipo de cambio como el actual, a los productores/exportadores le ha ido mejor. Pero el hecho es que no sólo les ha ido peor, sino que incluso se han visto perjudicados. Hubo productores que no recibieron ingresos por su fruta, o se atrasaron sus liquidaciones o con montos muy menores a lo esperado, debido a la pérdida de condición por los atrasos logísticos. Por lo tanto el rubro no ha podido aprovechar la tendencia al alza”.
“Lo único que ha hecho el tipo de cambio de ahora es aumentar la deuda de los productores que compraron insumos primarios en dólares. Hubo falta de ingresos el dólares, y aumento de costos en la misma divisas”, acotó.
En tanto, el presidente de Asoex precisa que “los costos de la actividad también se paga en dólares, como el transporte marítimo y una parte importe de los costos de producción asociados a los insumos necesarios para la producción como fertilizantes, materiales de embalaje, fletes internos, entre otros, los que han registrado alzas importantes e incluso falta de algunos de ellos, lo que este año ha aumentado de forma desproporcionada, reduciendo los márgenes de la actividad a niveles que ponen en riesgo la sustentabilidad del sector”.
Por lo mismo, aclara que “el debilitamiento de nuestra moneda es, un factor de incertidumbre adicional para la actividad económica en general y para las inversiones en particular, por lo que aumentos o disminuciones importantes en el valor del dólar no deberían ser interpretados tan directamente como un beneficio inmediato para el sector exportador”.
Acceso a créditos
Una de las líneas de trabajo que impulsará la SNA dice relación con mejorar el acceso a créditos bancarios para el sector. De esta forma, Allendes señala que el gremio iniciará “rondas de charlas por los bancos para, entre otras cosas, transmitir tranquilidad, puesto que otorgar créditos para invertir en el agro es seguro. Asimismo, para las entidades financieras apoyar a agricultores puede ser una oportunidad para bancarizarlos”.
Por su parte, Bown declaró “es sumamente relevante generar espacios de trabajo colaborativo, tanto dentro del sector privado como entre el sector privado y el sector público. Ya hemos tenido algunos acercamientos con las autoridades de Gobierno, en quienes hemos encontrado una buena recepción a la idea de trabajar de forma colaborativa en éstas y otras materias relevantes para la competitividad del sector agroexportador”.
Fuente: Emol