El pasado sábado 30 de marzo, los miembros de la corriente interna del Partido Socialista, denominada “Nueva Izquierda” y cuyo líder es el actual vicepresidente de la colectividad, Camilo Escalona, se reunieron. En la cita surgieron varias definiciones que quedaron plasmadas en un documento, una de ellas: “respaldar al compañero Álvaro Elizalde para presidente del Partido Socialista de Chile, período 2019-2021”.
No obstante, dos semanas después, el pasado lunes 15 de abril dos miembros de ese lote interno, el exsubsecretario Mahmud Aleuy y el diputado Juan Luis Castro, participaron de una reunión donde la disidencia a Elizalde buscaba convencer a la diputada Maya Fernández de que fuera la candidata del sector para competirle al actual timonel partidista en las elecciones internas del 26 de mayo.
Ya el pasado 6 de abril en entrevista con La Tercera, Escalona daba cuenta de estas discrepancias con Aleuy. “Estuvo en nuestra reunión el sábado (30 de marzo), y se fue. Y se fue porque está en desacuerdo. Nosotros somos libres. Cada cual toma sus propias decisiones. A nadie se le coarta su libertad, a nadie se le tiene amarrado (…) El propio Aleuy lo dijo, que hace cinco años que no participa de la vida interna del partido. No ha vivido este proceso. No lo vivió no más”, fueron sus palabras.
Además, añadió que “mi argumento básico es que el sistema político está en peligro de disgregación, por lo tanto el gran esfuerzo del PS tiene que ser la cohesión por sobre la dispersión. Esa es mi discrepancia con Aleuy, no entiende este problema, él cree que se pueden levantar mil alternativas. No se construye de esa manera. Se construye paso a paso, sumando, de a poco, un trabajo de hormiga. Aquí no hay iluminados. No necesitamos un mesías”.
Sin embargo, desde el sector – al que pertenecen también figuras como Ana Lya Uriarte, exjefa de gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet y el diputado Jaime Naranjo -aseguran que no existe ni quiebre ni divisiones en el grupo partidista. Afirman que Castro no forma parte de la disidencia y que Aleuy tomó una decisión personal, pero que no afecta la cohesión del mismo.
Si bien en el grupo se refuerza la idea de unidad, lo cierto es que el sector está lejos de tener la influencia interna de antaño y varias figuras emblemáticas del mismo ya no son parte de esta corriente. Por ejemplo, el expresidente del PS, Osvaldo Andrade, quien fuera uno de los referentes del sector, hoy es uno de los líderes de la “Convergencia Socialista”, que integran el actual jefe de la bancada de diputados, Manuel Monsalve, y la propia Fernández.
La Nueva Izquierda -que surgió con la reunificación del partido en 1989 proviniendo desde el “PS-Almeyda” al igual que el “Tercerismo” que hoy representa Álvaro Elizalde y que se enfrentó en un principio con los grupos que lideraban Jorge Arrate y Ricardo Núñez – durante mucho tiempo fue apuntado como el “socio controlador” de la colectividad. De hecho, Escalona fue el presidente de la tienda en tres periodos 1994-1998, 2000-2003 y 2006-2010. Sin embargo, en el partido sus detractores aseguran que con las derrotas en las elecciones senatoriales de 2013 y 2017 y en las internas de 2015 el poder de Escalona se ha ido esfumando.
Con todo, el documento del grupo también señala que “la propuesta de presentar una lista como Nueva Izquierda a estas elecciones del Partido Socialista, tuvo un voto” y que “se acordó realizar una campaña unitaria, desarrollar un debate crítico, pero sin descalificaciones personales”.
El 26 de abril se cierra el plazo para inscribir las listas de cara a los comicios y si bien los antiguos referentes de este grupo están divididos, en el partido dicen que -siguiendo la “cultura” del partido- todavía hay opciones de que hayan novedades sobre cuáles serán los apoyos para las elecciones.