Simón Elissetche (42) recuerda con nostalgia las “pichangas” que jugaba cuando era joven en las calles de su natal Cabildo. Ahí, cuenta, comenzó toda su historia en el fútbol. En esos momentos, jamás pensó el giro que tomaría su vida y el futuro que tendría.
El chileno, cuando ya estaba presto para comenzar su vida universitaria, había quedado en Educación Física en la PUCV. Sin embargo, su amado deporte dijo lo contrario. Se apuntó en el INAF y fue parte de la primera camada de entrenadores de aquel instituto.
El 2000 se recibió como DT profesional y ahí comienza su viaje. Una travesía tanto interna como externa. Viajes que jamás pensó emprender.
“Terminado el INAF me fui a Santiago y agarré las selecciones amateur de Cabildo, de ANFA. A raíz de ese trabajo me contrató la Municipalidad como jefe del departamento de deportes, estuve dos años ahí y seguí con las selecciones. Salimos campeones a nivel regional y nacional”, cuenta a Emol.
Luego, surgió otra chance: Se fue a trabajar a Everton y tomó las riendas de la Sub 17. En ese momento, llega el primer llamado para emigrar.
“Me llaman del INAF y me dijeron que estaba la posibilidad de ir a Indonesia a trabajar de ayudante técnico de los entrenadores Manuel y Juan Rodríguez Vega. Juan ex mundialista del 74′ y ex jugadores del ballet azul. ‘Chicho’ García era mi jefe en Everton y me dijo que me fuera y aprovechara de la oportunidad”.
Sin pensarlo demasiado, Elissetche tomó un avión hacia Kendari, Indonesia. Estuvo allí entre 2004 y 2005, donde formaron las series menores del Kendari Utama, un club amateur con deseos de profesionalismo. Sin embargo, luego de enriquecedores meses de aprendizaje, la institución tuvo problemas económicos y el chileno se tuvo que devolver.
Una vez de vuelta en Chile, viajó a Argentina para hacer el curso de DT allá entre 2006 y 2007 y quedó sin dinero. No consiguió trabajo en fútbol y se las tuvo que arreglar. “Me fui a EE.UU. fiscalizando frutas y pescados en puertos y estuve casi un año. Cuando ya tenía plata suficiente volví a Chile, a Cabildo en 2009 y ahí puse una distribuidora de gas abastible”.
Sin embargo, el fútbol era más fuerte: “A fin de año, le vendí mi parte del negocio a mi socio y con la plata que tenía me compré los pasajes y volví a Indonesia a buscar, sin tener nada. En 2010 empieza otra etapa“.
De ahí en más, cambió varias veces de equipo y también tuvo experiencias en Timor Oriental, país en el que incluso fue campeón local con el Karketu Dili en 2017.
Ese mismo 2017, se le dio la chance de agarrar a la selección de Timor Oriental y con ella consiguió el segundo triunfo histórico del país. Le ganaron a Filipinas, primero de los equipos del sudeste asiático en el ranking FIFA. Ellos eran los últimos. A esa altura, el nombre de Simón Elissetche ya era conocido por esas latitudes.
Después, en 2019, nuevamente fue campeón, ahora con el PSAB Aceh Besar en Indonesia y este 2020 agarró el Lalenok United de la Primera de Timor Oriental donde tiene en sus filas a Allan Manzo, volante chileno con pasado en Quintero Unido. El coronavirus frenó sus aspiraciones, pero sigue pensando en el fútbol.
El nivel futbolístico y la realidad económica en el sudeste asiático
– Llevas buena parte entrenando allá, ¿Cómo es el nivel?
“La ventaja que tienen los timorenses es que como fueron colonia portuguesa hay mucha influencia de Portugal, y obviamente el fútbol les hace más fuerte. Tienen una buena condición física, buena resistencia, son rápidos, no tienen mucha fuerza, pero sí muy buena técnica. Los indonesios tienen mucha más experiencia y tienen más tiempo en el fútbol profesional.”
– ¿Y con respecto a Sudamérica?
“Están a años luz de Sudamérica por toda la competencia que aquí todavía no se llega a esos niveles, esa es la diferencia. El jugador de acá si lo metes en la competencia de allá van a responder súper bien“.
– Y en térmicos económicos, ¿Es rentable?
“Los sueldos acá en Timor son mucho más bajos que en Indonesia. En Indonesia pagan muy bien, mucho mejor que en Chile, y en Timor están pagando a los jugadores como Primera B o Segunda Profesional de Chile más o menos. Esa es la realidad económica. Hay que considerar también que la vida es mucho más barata“.
El sueño de dirigir en Chile
– Ya con más de 10 años en el sudeste asiático, ¿crees que encontraste tu lugar en el mundo?
“Mi lugar en el mundo es la cancha de fútbol la verdad. Estoy contento donde pueda estar trabajando en fútbol, y en cualquier instancia. Yo soy entrenador en todo el sentido de la palabra, me gusta entrenar con niños, el fútbol ameteur, profesional, me gusta el área formativa. Me da lo mismo qué lugar del mundo, es un sueño también dirigir en Chile. Me encantaría”.
En 2018, en un viaje efímero por Chile, tuvo acercamientos para dirigir en Fernández Vial. “Estuvimos hablando, presenté proyectos, no resultó no más”, dice. Sin embargo, no se cierra a la oportunidad.
Llegando a Indonesia, formó una escuela de fútbol en Makassar y llegó su primera experiencia profesional. Agarró al Bireuen de segunda división y lo salvó milagrosamente del descenso.- ¿Cómo era encajar o entrar en una cultura como la indonesia siendo chileno?
“Los indonesios son bien peculiares. Son asiáticos, pero tienen mucha influencia de occidente porque es uno de los países mas turísticos del mundo. Bali está lleno de extranjeros, entonces hay una mezcla bien variada. Yo me adapté rápidamente, acá hay de todo. Lo que quieras en Indonesia lo vas a tener, en cuanto a comida, a religión, a cultura. El país es precioso, clima agradable, es barato”.
– Simón, comentaste que era un sueño dirigir en Chile. ¿Cómo crees que llegará esa chance siendo la liga de Timor Oriental tan desconocida por estos lados?
“En el fútbol nadie tiene la verdad, no hay apuestas ciertas. Cualquiera puede lograr rendimientos sin tener los mejores antecedentes, por lo tanto espero que alguien apueste por mí y crea que puedo rendir allá como he rendido en otros lados. Espero que alguna vez crea en este chileno que se la jugó por desarrollar su carrera afuera primero y me dé la oportunidad“.
– Te recibiste en 2000 del INAF y han pasado 20 años en los que has entrenado en distintos países y trabajado en varias cosas. ¿Como describirías los últimos 20 años?
“Han sido 20 años persiguiendo el sueño del fútbol, de vivir ligado al fútbol, buscando ganar el siguiente partido. Siempre ha sido así. Donde he estado he buscado tener trabajo y después ganar el siguiente partido. Planificar a plazo corto siempre, nunca he tenido contrato largo, me adapté a este sistema de rendir, de buscar el rendimiento, de ganar el siguiente partido. Son 20 años en torno al fútbol, disfrutando.”
Hoy, Elissetche planifica su futuro inmediato. Adquirió algunos terrenos en Kendari -donde vive con su esposa- y quiere hacer canchas de fútbol. Tiene casi tres mil metros cuadrados. Su idea es formar academias y además arrendar las propias canchas. “Es un negocio para tener otra entrada, el fútbol es bien inestable. Es importante tener otras cosas”.
Cada video o partido de fútbol chileno que ve por internet lo trae de vuelta al país. Por ahora solo en alma, porque su cuerpo está en el sudeste asiático y quiere seguir demostrando su valía. Solo victorias le cumplirán su sueño.
Fuente: emol