El lunes, la instancia aprobó un calendario que no dejó conformes a los convencionales de Vamos por Chile. El fondo de la discusión: el poco tiempo que tiene el órgano constituyente para el debate de las normas.
El tiempo y los plazos volvieron a complicar las cosas en la Convención Constitucional. El lunes, la Comisión de Derechos Fundamentales -la que tiene mayor cantidad de miembros y el catálogo más grande de temas- aprobó una modificación a su cronograma que ajusta los tiempos de debate y votación para cada bloque temático.
Eso fue lo que cuestionaron este martes las convencionales de Vamos por Chile que participan de esa instancia, porque por ejemplo, para la discusión en general del segundo bloque de temas, que empezará a verse a fin de este mes, hay destinadas tres sesiones de cuatro horas cada una, más otras cuatro horas para la votación también en general.
Ese segundo bloque de temas contiene 18 derechos y libertades, como el derecho a reunión, propiedad, seguridad individual, derechos sexuales y reproductivos; y libertades como la de conciencia y religión, emitir opinión, expresión, y asociación, entre otros.
“Se aprobó un cronograma en que se deja en concreto la construcción de un edificio de 10 pisos en una semana. Son físicamente imposibles los tiempos que tenemos aprobados para discutir y dialogar los derechos que las personas están tan atentas a que nosotros redactemos”, criticó Rocío Cantuarias (Chile Libre).
Pero además de los tiempos de debate, la comisión tiene agendado el cambio de coordinadores el 27 de enero y una visita a la Región de Los Lagos para sesionar desde allí, lo que también es cuestionado por las representantes de Vamos por Chile. Desde la coordinación responden, no obstante, que es la forma de cumplir con el mandato establecido en el reglamento de “descentralizar” el funcionamiento de las comisiones.
“Dejemos los viajecitos, los discursos, porque hoy tenemos calendarizadas dos visitas, a la Región de Los Lagos y a otra región, y en ese sentido esto conlleva tiempo de traslado, presupuesto, tiempo de instalación que podríamos estar discutiendo en lo que realmente le importa a la ciudadanía que es deliberar sobre los derechos fundamentales, pero también sobre otros derechos sociales que han sido presentados”, pidió Katerine Montealegre (UDI).
No obstante, la discusión de fondo es otra: las convencionales de Vamos por Chile no son las únicas que reconocen que el cronograma “no da” para discutir las normas en profundidad y es el mismo problema que se ha suscitado en otras comisiones, pero Derechos Fundamentales es la que más temas tiene asignados, por lo que es la que podría estar más ajustada en las próximas semanas.
“Lo que he venido pidiendo a los integrantes de mi comisión y a los actores políticos de izquierda y derecha es que sean honestos y sean valientes y digan lo mismo que me dicen a mí en privado, que es que están de acuerdo, que los tiempos no dan, pero que no lo van a decir públicamente porque tiene costos políticos muy altos“, sumó Teresa Marinovic (Chile Libre), también de esa comisión.
Las consideraciones de la coordinación
“Quizás los tiempos son acotados, pero sabemos que tenemos un mandato. Cada uno de nosotros cuando asumió como convencional sabía que tenía un plazo máximo de un año y sin duda son los plazos que estamos acotando porque somos personas responsables en la función que estamos cumpliendo”, comentó Matías Orellana (Colectivo Socialista), uno de los coordinadores de la instancia.
“Lo de los tiempos acotados, no sé a quién le sorprende, porque es algo que todas y todos tenemos súper claro, lo consideramos lamentable, evidentemente, pero es la realidad que tenemos en la Convención Constitucional y que nos pega mucho más a esta comisión porque somos la que tiene que ver más temas, la que analiza la mayoría de los derechos de esta nueva Constitución”, sumó Damaris Abarca (FA), coordinadora de la misma comisión.
“No es algo que nos sorprenda y nos estamos adecuando a eso y es lo más honesto que podemos decir hoy día”, afirmó.
El caso de Derechos Fundamentales no es el único. La discusión sobre los plazos comenzó a cobrar más fuerza en las últimas semanas, sobre todo a partir de las dificultades que han sufrido ciertas comisiones o procesos de la Convención, como la consulta indígena o el ingreso y sistematización de iniciativas populares de norma.
Sin embargo, aún no se ha convertido en una conversación formal en el órgano constituyente, pero sí hay mayor apertura a hablar de aquello y encontrar un punto de consenso en sectores que eran más reticentes a hablar del tema.
En Vamos por Chile, por ejemplo, ya hay quienes reconocen que será un tema necesario de abordar en las próximas semanas, pero siempre remarcando que se trata de una reforma constitucional y que, si no se genera un acuerdo transversal al que se sume el Congreso, no será viable. También surgen otras propuestas: que si se discute el plazo, se discuta también la opción de elegir a nuevos constituyentes o si los que están actualmente seguirán trabajando con sueldo o no, en una posible prórroga.
“Creemos que todas las variables que ayuden a generar una deliberación seria o responsable tienen que ser objeto de discusión y de aprobación. La propuesta respecto del mayor plazo no depende de nosotros, por lo tanto puede ser considerada. Es físicamente imposible hacer una deliberación sensata, a menos que tengamos un resultado muy malo”, complementó Cantuarias.
“Si hay que modificar algún plazo, corresponde a una reforma constitucional que debe ser discutida en el Parlamento. Si se van a discutir las normas sobre las que se votó el plebiscito en este proceso, hay que discutirlas todas, no solo el tiempo, sino quiénes deben llevar a cabo este proceso, para que no parezca que los constituyentes quieren apernarse en el puesto”, complementó Martín Arrau (UDI).
Fuente: Emol.com