La timonel nuevamente mantiene una tesis contraria a la de su secretario general en lo que es el debate por el acuerdo constituyente. La incipiente convergencia del Frente Amplio podría abrir un desafío electoral.
Un liderazgo prácticamente sin contrapesos en el Partido Socialista es lo que ha logrado capitalizar la presidenta de dicha colectividad, Paulina Vodanovic, al asumir como senadora por la Región del Maule.
Previo a detentar un escaño en el Congreso, la abogada se reunía constantemente con las bancadas parlamentarias de la Cámara y el Senado, pero no fue hasta que sucedió a Álvaro Elizalde, que su influencia logró permear efectivamente el debate parlamentario.
El que Vodanovic ocupara el espacio que dejó vacante Elizalde al asumir como ministro Segpres, fue una decisión relativamente unánime de la mesa y la comisión política del PS. El consenso, al margen de que hubieron voces que presentaron reparos, era que la presidenta del partido tenía el “mejor derecho” para ocupar el cargo.
Al interior de la tienda, la definición también significó la imposición del “Tercerismo”, lote que comparten Elizalde y Vodanovic, en desmedro del liderazgo de la “Nueva Izquierda” que representa el secretario general del PS, Camilo Escalona.
La disputa de poder entre ambos trascendió con el debate sobre el pacto electoral del oficialismo para las elecciones de consejeros constitucionales. Mientras la presidenta del partido bregaba por pactar con el eje de la ex Concertación en la lista “Todo por Chile”, Escalona iba por articular al PS con Apruebo Dignidad, en la lista de “Unidad para Chile”.
El debate pasó por la mesa, la comisión política y hasta por un comité central que Vodanovic convocó para zanjar la discusión. Su posición era minoría en estas instancias y así Escalona se adjudicó una victoria en la medición de fuerzas.
El panorama actual radica en un escenario diferente. Si bien Escalona mantiene una cuota importante de poder al investir la secretaría general, voces al interior del partido dan cuenta de que el Tercerismo ha ido creciendo a nivel micro y medio de la mano de Vodanovic. De hecho, hay quienes advierten que hay un “germen de malestar” por la conducción “sectaria” que lleva la timonel dentro del PS.
Este nueva relación de fuerzas es la que se pondrá a prueba con la discusión sobre el acuerdo constitucional. Mientras Vodanovic apuesta por arribar a un entendimiento con Chile Vamos y el centro político que lleve a apuntalar el proceso que hegemoniza el partido Republicano, Escalona representa el ala del PS que se inclina por el “En contra” a la propuesta de nueva Carta Magna.
Al margen de ello, en la vereda parlamentaria, si bien a Vodanovic se le reconoce que asume grandes responsabilidades y que en todas las trincheras busca emplear su máximo esfuerzo, se dice que el trabajo en el Congreso, es su última prioridad. “Ella está más abocada al partido” dice un correligionario. Sin perjuicio de lo anterior, la abogada buscaría ir por la reelección como senadora, no por la Región del Maule que le cedió Elizalde con la venia del partido, sino por Tarapacá. “Iquique es un lugar que ella visita con frecuencia”, se sostiene en el PS.
En términos comunicacionales, el estilo de la timonel del PS es algo se valora entre sus pares. “Kastitución” fue el término con el que logró marcar pauta en medio de las críticas hacia el proyecto de nueva Constitución y el intento del oficialismo por socavar la campaña presidencial de José Antonio Kast.
El desafío del “partido único”
Este jueves el Frente Amplio dio el primer paso significativo hacia la construcción del partido único. Con un hito celebrado en la sede de Convergencia Social y Revolución Democrática en Santiago, el conglomerado lanzó los “diálogos para la discusión sobre la unidad”, con los que se convoca a toda la militancia a debatir sobre la posible articulación.
De la unificación del Frente Amplio no es ajeno el partido Socialista. En la colectividad saben que la convergencia del sector podría llegar a triplicar su poder de representación. El pactar con ellos para los comicios, sería entonces una amenaza para los intereses electorales del partido y de ahí que nacen especulaciones sobre los caminos que puede buscar emprender Vodanovic para mantener la hegemonía del PS.
Una de las probabilidades es que la jurista busque afianzar los lazos con el Socialismo Democrático y la Democracia Cristiana -eje que ha buscado privilegiar por sobre Apruebo Dignidad- para mantener el peso del partido. Ahora bien, dentro del PS hay quienes relevan que las fórmulas electorales que pueden hacer convivir a socialistas y frenteamplistas en un pacto electoral, son diversas.
Como sea, el derrotero de la tienda política será objeto de debate del próximo congreso del PS a realizarse el próximo 20 de octubre. La instancia que se realiza cada tres años y que llevará el nombre de Carlos Lorca, versará, entre otras cosas, sobre la política de alianzas del partido.
Fuente: Emol