Un informe elaborado por la fiscal judicial de la Corte de San Miguel, Carla Troncoso, dio una cuenta de las condiciones insalubres en las que viven decenas de internas del centro de Alta Seguridad del CPF de Santiago, más conocido como cárcel de San Joaquín.
De acuerdo a lo publicado por La Tercera, el documento alertó que al lugar fueron trasladadas 58 reas provenientes de la cárcel de San Miguel, sin que se chequeara que había espacio adecuado para recibirlas. Por lo demás, evidenció, se les llevó a sección SEAS (Alta Seguridad) pese a que de sus fichas se desprendía que eran “internas de mínima o baja peligrosidad”.
Según el informe, al interior del centro penal se podía ver que había “fosas sépticas tapadas, baños quebrados, algunos sin grifería, ausencia de agua caliente; celdas individuales en las que cabe en general un camarote por unidad, un locker metálico, sin cierre de mica o vidrio o plásticos que cubran la parte que no está cerrada, por lo que no cuenta con cierre o aislamiento, por lo que están expuestos a frío y lluvia”.
Además, la investigación arrojó que si bien en el informe se hace presente que la alcaide del recinto emprendió medidas a fin de que las internas trasladadas pudieran acceder a frazadas y a un espacio donde realizar “su aseo personal”, la fiscal expuso que durante las horas de encierro las internas debieron utilizar “tarros y baldes” para paliar la falta de baños.
Asimismo, y dada la ola de frío que enfrentó la capital las últimas semanas, la profesional también dejó en evidencia que “casi todas presentaron cuadros de enfermedades respiratorias e infecciones urinarias”.
FUENTE DIARIO USACH