Se trata de la primera causa de muerte en menores de 1 a 4 años y la tercera en pediatría en el país. Además, el 70% de estos accidentes ocurre cuando los niños están siendo supervisados por un adulto. Ante esto, el pediatra de Clínica Bupa Santiago, Luis Guerrero, explicó los factores de riesgo de la asfixia por inmersión y cuáles son las claves para evitarla.
Santiago, enero de 2021–.Junto con la llegada del calor del verano, también se abre la temporada de baño en piscinas, lagos y mar, período en el que lamentablemente existe un mayor número de accidentes asociados a esto, como la asfixia por inmersión.
La asfixia por inmersión es una emergencia que se define como insuficiencia respiratoria tras sumergirse en un medio líquido. En Chile, es la primera causa de muerte en menores de 1 a 4 años, según explicó el pediatra de Clínica Bupa Santiago, Luis Guerrero. “Además, es la tercera causa de muerte a nivel general en pediatría. El panorama es complejo, ya que un 50% de los ahogamientos ocurre en piscinas propias y el 70% de los accidentes se da incluso con la supervisión de un adulto”, agregó el experto.
Factores de riesgo
De acuerdo a lo que relató el especialista Guerrero, existen variables que propician más este tipo de accidentes, como por ejemplo:
- La edad: mayormente en niños menores de 4 años.
- Sexo: ocurre más en varones.
- Consumo de alcohol en adolescentes.
- Enfermedades preexistentes, como epilepsia y algunas cardíacas que pueden desencadenarse con el agua fría.
“Asimismo, la desatención por parte de los padres o cuidadores, es uno de los principales factores para que una situación como ésta ocurra. También es importante tener en cuenta que el tiempo de inmersión es muy determinante: sobre los 3 minutos, el riesgo de quedar con daño neurológico se incrementa, incluso pudiendo fallecer. Sobre los 20 minutos la mortalidad es de un 100%”, explicó el médico parte del Grupo Bupa.
Cómo evitar estos accidentes
Sabemos que los niños son curiosos por naturaleza y, por esta razón, el especialista señaló que si hay una piscina en el hogar, ésta tiene que tener una reja de 150 cm alto y sin escalones para facilitar la subida. “Es clave tenerla siempre con candado y el pestillo debe estar en el lugar más alto de la reja. Cuando se abra, siempre debe estar presente un adulto supervisando a los niños, sin alejarse del lugar ni un instante. También es importante no dejar juguetes, pelotas o flotadores en la piscina, porque les llama la atención y, al tratar de tomarlos, se caen”, advirtió el experto de Clínica Bupa Santiago.
En los adolescentes, agregó, se debe poner énfasis en la educación de no consumir alcohol o drogas al estar cerca de una piscina o al bañarse en ella.
Qué hacer en caso de ahogo
- Lo principal es mantener la calma.
- Luego, sacar al niño(a) del agua.
- Ver si respira, tiene pulso o tiene alguna lesión traumática visible.
- Si respira, ponerlo de lado y solicitar ayuda.
- Si no respira, iniciar respiración boca a boca, tratando de no hiperextender el cuello para evitar aumentar lesiones cervicales no diagnosticadas.
- Si no hay pulso, iniciar masaje torácico 30:2 (30 compresiones por 2 respiraciones boca a boca). No dejar de ventilar y masajear hasta que llegue personal más capacitado y tome el mando.
- Todo paciente que ha sufrido ahogamiento debe ser llevado a un servicio de urgencia para su evaluación.
Fuente: EK.