Carlos Guajardo – Académico Facultad de Educación, U.Central
Ya se inició el nuevo Sistema de Admisión Escolar (SAE), el cual permitirá que los padres y apoderados, en conjunto con sus hijos/as, puedan postular a través de la plataforma que ha dispuesto el Ministerio de Educación (www.sistemadeadmisiónescolar.cl). Esta medida, criticada por falta de difusión por el Mineduc, ayudará a que muchas familias puedan elegir el establecimiento particular subvencionado o municipal, pertenecientes a las distintas zonas del país.
En la zona norte y sur es posible postular a todos los niveles del sistema, mientras que en la región Metropolitana, se podrá llevar a cabo en los niveles de pre kínder, kínder, 1º y 7º básico, y primero medio. El denominado SAE, comienza a dejar atrás, aquellas largas filas a la intemperie de un colegio, con el solo hecho de lograr un cupo para un establecimiento específico.
Ahora bien, si el SAE es una oportunidad para postular a un determinado curso, no podemos dejar a un lado que los apoderados deben también revisar antecedentes que estarán disponibles en la plataforma, es decir, cuál es el proyecto educativo del colegio, los talleres extra programáticos que ofrecen, apoyo psicológico y pedagógico, etc. En gran parte de los casos, solo nos preocupamos porque el niños/a quede en el colegio, sin reconocer los sellos distintivos explicitados en la misión, visión y objetivos estratégicos del establecimiento. ¿por qué es crucial tener en cuenta tales aspectos?, simplemente porque la educación formal no es otra cosa que formar a las personas para la vida, y no solo para que vayan a una sala de clases donde solo importa la ‘acumulación’ de contenidos, sin que estos resulten ser significativos para la realidad en la cual habitamos los seres humanos.
El SAE no puede ser sólo una herramienta de postulación a un determinado colegio para los padres de familia. La invitación está en revisar la esencia y proyección de la comunidad escolar elegida. Por eso antes de apretar el ‘botón aceptar’, revisemos el proyecto educativo, las actividades que se ofrecen, los estándares de calidad que se publican; más allá si les va bien o no en el SIMCE y la PSU. Los estudiantes, en gran parte de los casos, estarán 12 años en dicho espacio educativo, y éste será crucial para el tipo de ciudadano que queremos formar para una sociedad del siglo XXI.
Veamos este nuevo sistema de admisión, como el derecho que tenemos los padres y estudiantes, al momento de elegir un establecimiento educativo en Chile, sin caer en la tentación de los slogans: “somos los mejores en el SIMCE” o “educación de calidad por excelencia”. La educación no es un mercado, es un derecho y todos debemos estar informados. Por eso, luego de obtener el cupo deseado en un colegio, recomiendo visitar el lugar donde estudiarán nuestros hijos/as, solicitando que los reciba la dirección del establecimiento, que les cuenten de la trayectoria e inversión que se hace con los recursos del Estado en la calidad de la enseñanza de los cursos, cuáles son las normas de convivencia escolar, qué tipo de infraestructura existe, entre una serie de otros elementos que los apoderados tienen la obligación de conocer.