Con el fin de alcanzar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) a mediano plazo, la integración de energías renovables -incluida la solar, eólica, almacenamiento de energía en baterías e hidroeléctrica-, junto con el desarrollo de tecnologías y combustibles limpios, son elementos de gran relevancia para satisfacer las necesidades energéticas de las operaciones mineras.
Es por esto que, Oscar Falcon, vicepresidente Senior y director general, Energía – América Latina de Black & Veatch, explica a MINERÍA CHILENA los desafíos del sector minero en el camino hacia energías renovables y limpias.
¿En qué áreas ha avanzado la industria minera en términos de descarbonización?
La descarbonización se ha convertido en una iniciativa clave para las empresas de la industria minera de uso intensivo de energía. Abordar el cambio climático es una prioridad máxima y avanzar hacia un futuro de energía limpia es fundamental para que los mineros mantengan su licencia social para operar.
Si bien reconocen que la minería se considera una de las industrias más difíciles de abatir, los mineros están estableciendo objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI); por ejemplo, metas a mediano plazo de reducción de un tercio para 2030 y 100 por ciento de neutralidad de carbono para 2050 o antes; y están desarrollando hojas de ruta para lograr sus objetivos. Estas acciones son pasos críticos en el avance de programas reales de descarbonización.
Fundamentalmente, los mineros también buscan potenciar sus operaciones utilizando fuentes de energía más limpias, implementando sistemas de almacenamiento de energía de baterías y reduciendo las emisiones de la flota mediante la adopción de vehículos eléctricos (EV) y vehículos de celda de combustible. Dado que gran parte de la tecnología que permitirá la descarbonización aún no existe, la elaboración de una hoja de ruta es un primer paso fundamental.
¿Qué papel juega este sector en la consecución de este proceso?
Varias mineras importantes están acelerando sus esfuerzos y realizando importantes inversiones financieras para reducir las emisiones de GEI. Por ejemplo, Vale ha comprometido al menos US$2 mil millones para reducir sus emisiones de carbono en un 33 por ciento para 2030, mientras que Newmont ha anunciado que destinará US$500 millones a proyectos de energía limpia durante los próximos cinco años.
Las estrategias incluyen centrarse en la integración de energías renovables, la electrificación de equipos móviles y la mejora de la eficiencia operativa a través de la digitalización y el análisis de datos.
Metas de reducción de emisiones
¿Cuáles son las expectativas de las partes interesadas?
Los mineros están trabajando con otras partes interesadas, incluido el Consejo Internacional de Minería y Metales, la organización mundial que representa a 27 de las principales empresas mineras del mundo, que trabaja por prácticas de minería y metales seguras, justas y sostenibles. La iniciativa Innovación para vehículos más limpios y seguros, un grupo de líderes mundiales en minería y fabricantes de equipos originales (OEM), está trabajando para acelerar la inversión, la innovación y la ampliación de los vehículos mineros libres de emisiones de GEI.
Y el esfuerzo no recae únicamente sobre los hombros de los principales mineros. Los OEM y los integradores de Ingeniería, Adquisiciones y Gestión de la Construcción (EPCM) también están desempeñando un papel a través de la I + D y los avances tecnológicos, y el compromiso de salir del mercado de energía de carbón.
¿Qué se espera a corto y largo plazo?
A corto plazo, los líderes mineros se centran en alcanzar sus objetivos a medio plazo de reducción de emisiones de GEI en un tercio para 2030. Para lograrlo, los mineros confían en la integración de energías renovables y los sistemas de almacenamiento de energía por baterías.
A largo plazo, los mineros buscan alcanzar la neutralidad total en carbono para 2050. Esto se logrará si continúan invirtiendo en energía renovable, pero también centrándose en la electrificación de los equipos de la flota y mejorando la eficiencia operativa, incluida la digitalización y el análisis de datos.
Los desafíos de electrificar la flota de equipos de una mina requerirán un esfuerzo a más largo plazo, que incluye mirar más allá de la preparación de los OEM para centrarse en capacidad eléctrica adicional, como la instalación de infraestructura de carga eléctrica o de hidrógeno. Estas soluciones a largo plazo requerirán formas innovadoras de colaboración y combinación de recursos entre mineros, OEM e integradores de EPCM con evaluaciones de casos comerciales diligentes, programas piloto, así como importantes inversiones en infraestructura y equipos móviles.
¿Qué asuntos se podrían avanzar para lograr la descarbonización?
Para lograr la descarbonización, será necesario un enfoque específico que implique la puesta en escena de soluciones de infraestructura energética de energía renovable y electrificación en correlación con el ciclo de vida de la mina y el equipo existente, y la ampliación de proyectos piloto. Esto requerirá niveles nuevos y más profundos de rigor y compromiso por parte de los desarrolladores y administradores de minas.
El transporte es una oportunidad importante para la descarbonización, ya que debido a su tamaño y relación resistencia / peso, el equipo de minería de servicio pesado y el equipo de transporte, en su mayoría impulsados por combustible diesel, presentan un gran desafío. Pero las partes interesadas están trabajando a través de organizaciones como el Consejo Internacional de Minería y Metales y adoptando esfuerzos como la iniciativa Innovación para vehículos más limpios y seguros para acelerar la inversión, la innovación y la escala de vehículos mineros libres de emisiones de GEI. Esto incluye buscar el desarrollo de nuevas tecnologías, particularmente en torno a la electrificación y el combustible de hidrógeno.
Fuente: Mch.cl