Dr. Jorge Burgos, dermatólogo y académico de la carrera de Medicina de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar,
Muchos de los inconvenientes que pueden padecer las mujeres en Chile a nivel dermatológico, se producen por la exposición hacia la radiación solar, por lo que es fundamental tener claridad de cuáles son las patologías que se pueden desarrollar y cómo prevenirlas.
En primer lugar, se encuentra el melasma, una afección que se da en mujeres jóvenes que afecta la piel, pigmentando con manchas más oscuras zonas como las sienes, las mejillas y el dorso de la nariz. Estas aparecen generalmente cuando se comienza la ingesta de anticonceptivos y también en el inicio del embarazo, teniendo un factor hormonal para su desarrollo. Sin embargo, una de las principales medidas para prevenirlo es la utilización de protector solar e ir reaplicando al menos tres veces durante el día.
Asimismo, los lentigos solares que aparecen principalmente en las zonas más expuestas a la radiación solar, son otra de las problemáticas que pueden ser desarrolladas debido a una incorrecta protección contra los rayos UV. Estos se sitúan en el rostro y en el dorso de las manos generalmente. Una vez teniendo esta acumulación solar en la piel, se pueden aplicar cremas para disminuir la coloración oscura en los lugares afectados, sin embargo, estas tinciones suelen ser rebeldes y en muchos casos el único tratamiento es el láser Q-Switch, especializado en este tipo de manchas.
Otra importante afección es la dermatitis irritativa, generada por el uso de cremas o cosméticos en pieles sensibles. Quienes sufren de este tipo de reacciones, deben buscar una correcta asesoría en cuanto a qué aplicarse, para evitar efectos de picazón, ardor y enrojecimientos. Es por ello, que se debe tener precaución con productos que se suelen recomendar con frecuencia sin un conocimiento previo del tipo de piel de quienes los utilizan, como los ácidos hialurónicos, la vitamina C, el retinol, el ácido glicólico, entre otros. Frente a esto, el principal cuidado que se debe adoptar es la utilización exclusiva de lociones hipoalergénicas.
Por otro lado, la dermatitis de contacto es otro problema que puede afectar a las mujeres. Esta se produce cuando se incorporan sustancias exógenas, es decir, ajenas al cuerpo. Un ejemplo de ellas son las joyas de acero quirúrgico, las cuales contienen componentes como el níquel y el cobalto, metales que producen respuestas irritantes en el lugar. De la misma forma, ciertos accesorios que generan roce con la piel, como esmaltes de uñas, tinturas de cabello, entre otros.
Finalmente, la rosácea es una enfermedad cutánea que causa enrojecimiento, pequeñas líneas rojas en el rostro y lesiones tipo acné “espinillas”. Este padecimiento suele afectar en mayor medida a mujeres con tez clara, quienes para evitarla deben evitar la luz solar, el alcohol, o ciertos fármacos como la amiodarona o los corticosteroides según el caso.