La familia de un adolescente de 13 años que fue violado y asesinado en Parral por un sujeto en el año 2000 presentó un recurso contra Gendarmería, luego de que la institución accediera a darle permisos de salida. Héctor Riveros Retamal recibió permisos de salida de la cárcel pese a ser condenado a presidio perpetuo y tener rasgos psicopáticos.
El abogado de la familia, Alejandro Espinoza, indicó que la medida busca “agotar las vías judiciales y administrativas para que esto no siga ocurriendo”, aludiendo al beneficio dado a Riveros Retamal, quien cumple penas de presidio perpetuo y de 15 años y un día en el Centro de Estudio y Trabajo semiabierto de Talca.
“Es como que no existiera justicia”
Nancy Muñoz, la madre del adolescente asesinado expresó en el Buenos Días a Todos que “todo el día uno recuerda, ve a sus compañeros que van creciendo, sus amigos, que tienen hijos. Uno se imagina a su hijo en ellos. Es terrible, no se lo doy a nadie. Mi hijo tenía 13 años y pasaron 20, entonces tendría 33. Estaba lleno de vida y vino un infeliz y se la quitó”.
“Es terrible pensar que no voy a ver a mi hijo nunca más. Sus recuerdos están intactos todavía (…) Cuando vinieron a la casa en el furgón yo me tiré encima de él (victimario). Ahí me toman los carabineros, creo que les mordí la mano. Me tiraba al suelo, me volví loca. No podía creer que mi hijo estuviera ahí. No entendía ni podía dimensionar por qué hizo eso con mi hijo. Lo masacró
prácticamente, fue un chacal con mi hijo”, agregó Nancy.
uego, la mamá del joven sostuvo, respecto al instante en el que se encontró al asesino en la calle, que “usted ve estos casos y es como que no existiera justicia. Es como que alguien mata, está un par de años (en la cárcel) y para afuera. A ellos no les importa nada, ni las víctimas (…) Yo estaba al tanto de que en algún momento yo me lo iba a topar. Un cierto día me lo topé y no lo podía creer, el corazón ya se me salía”.
“Yo iba manejando y le di la vuelta a la manzana para increparlo. Se me perdió hasta ese día en la Alameda, que se pasó por el puesto donde trabaja mi marido. Lo veo que pasa así como haciendo burla. Lo veo porque venía llegando. Lo veo de atrás y lo reconozco. Dije ‘esto no puede ser. El asesino anda suelto’. De la esquina nos miraba para el puesto y giraba la cabeza, como para que no nos diéramos cuenta de que estaba mirando”, añadió Nancy.
Más tarde, “no encontramos frente a frente. Le dije ‘¿tienes cara de andar acá en la calle, asesino, violador? Me mataste a mi hijo y no tienes vergüenza de andar en la calle’. Me miró con una cara burlesca y siguió caminando. Fue terrible, porque me vino un ataque de nervios y un dolor terrible”.
“Para nosotros, la gente de menores recursos, la justicia no vale. Todos los casos que ha habido de niños violados, asesinados, uno de nuevo vive todo lo que ha vivido hasta ahora. He llorado junto con las mamás a las que les ha pasado todo esto. Ojalá que no pase nunca más”, agregó Nancy.
Fuente: 24horas.cl