Ante menores leyes de mineral, la necesidad de un acceso sostenible al recurso hídrico y energético, la industria apunta a la eficiencia de la mano de la tecnología y el trabajo colaborativo.
Alza en los costos y operaciones con producciones a la baja, son algunas de los rasgos que presenta la industria minera chilena en los últimos años. Las razones son diversas, vinculadas a una variedad de factores y aspectos, tanto técnicos como estratégicos y económicos.
Alejandro Ferrada, docente de Ingeniería Civil en Minería de la Universidad del Desarrollo (UDD), comenta que se debe considerar el agotamiento de los yacimientos de alta ley. “La minería chilena es centenaria, el yacimiento de Chuquicamata, por ejemplo, se explota a nivel industrial desde 1912, esto conlleva a una profundización que lo califica como uno de los super pits a nivel mundial. A esto, le subyace el aumento de la complejidad geológica-geotécnica de explotar un rajo a grandes profundidades, esto sumado a la insuficiente inversión en innovación, han sido factores determinantes que agravan la complejidad de la explotación”, menciona.
Desde la perspectiva estratégica, la falta de flexibilidad en la gestión y los desafíos en la gestión del capital humano han contribuido a esta situación, asegura el académico, quien además afirma que “es fundamental considerar los criterios para adoptar las tecnologías y los nuevos desarrollos de la mano de la innovación tecnológica, adoptando soluciones disruptivas como la inteligencia artificial y la automatización. En este contexto, resulta crucial invertir en el desarrollo de capital humano, fomentando la capacitación y el desarrollo de nuevas competencias, simplificar los procesos regulatorios y fomentar la colaboración público-privada”.
El reto de la productividad
Para César Arredondo, director de la carrera Ingeniería Civil en Minas y Geología de la Universidad San Sebastián (USS), sede Concepción, “uno de los principales factores es el envejecimiento de los yacimientos, esto trae como consecuencia reducción en las leyes, un incremento en la complejidad y mayores costos de extracción. Adicionalmente, la reducción de la eficiencia en la disponibilidad y utilización de los equipos de carguío y transporte es relevante”.
Es así como, ante la reducción de las leyes del mineral, “las empresas han tenido que innovar y optimizar sus procesos para mantener la eficiencia, extrayendo y procesando más material para obtener la misma cantidad de cobre. Este esfuerzo ha llevado a una mayor atención en la reducción de costos y la mejora continua”, expresa Patricia Gamboa, directora de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco.
Añade que “la creciente complejidad en las operaciones mineras también ha impulsado la adopción de tecnología más avanzada y la implementación de procesos más sofisticados. La profundización de las minas a cielo abierto y el incremento de la minería subterránea han motivado a la industria a buscar soluciones tecnológicas que, aunque más complejas, ofrecen un camino hacia operaciones más seguras y eficientes a largo plazo”.
Fuente: mch.cl
