Hace unos meses, cuando se publicaban las encuestas sobre la preferencia de las opciones presidenciales, en el top 3 aparecían principalmente figuras de derecha. A medida que Michelle Bachelet se hacía parte de la agenda pública subía su valoración y este domingo, en la encuesta Cadem más reciente, apareció en segundo lugar como presidenciable, empatando con el líder Republicano José Antonio Kast y detrás de la candidata UDI Evelyn Matthei. En el oficialismo destacan su rol aglutinador y algunos creen que una alternativa es dejar una herencia de ese capital político para las próximas elecciones.
El liderazgo de la expresidenta Bachelet es indiscutido tanto en el oficialismo como entre personeros de la oposición. Es por eso que en instantes clave apareció para empujar la agenda progresista del momento. Hace unos años, lo hizo en la campaña del Apruebo a través de una propaganda, luego en la campaña del En Contra, esta vez con más tiempo, y hoy lo hace de manera mucho más activa para las elecciones municipales de octubre.
La semana pasada, en un evento que reunió a figuras en torno al acuerdo municipal de la izquierda, desde el PC hasta la DC, la exmandataria fue una de las que presentó un manual titulado Herramientas para la gestión local, libro de 200 páginas que fue fruto del trabajo de más de 20 laboratorios de pensamiento y 152 participaciones de municipios, expertos y organizaciones sociales. Algunos consideraron que ese gesto era una gala de cara a la carrera presidencial, sin embargo, la misma expresidenta negó tener esas intenciones.
Ayer, en el ciclo Mujer y Política, de la Universidad Adolfo Ibáñez y La Tercera, la excomisionada en DD.HH. de la ONU dijo, sobre una eventual candidatura presidencial, que “creo que a la democracia le hace bien tener rostros nuevos. No quiere decir que rostros jóvenes necesariamente, pero sí rostros nuevos. Yo creo que hay una incapacidad de la democracia si siguen repitiéndose los rostros todo el tiempo en la política. Ahora, por supuesto, si hay gente que no ha ganado, tiene el derecho a volver a postular”.
Además, aclaró que hoy por hoy es muy pronto para hablar de las presidenciales: “Piensen que la vez pasada, a esta altura del año, el nombre de Gabriel Boric no existía. Y yo creo que hay mucho camino por andar, hay que esperar y no hay que estar tan apurados”. Por último, dijo con más relajo: “Yo ando en otra en la vida”.
Hace unos meses, cuando se publicaban las encuestas sobre la preferencia de las opciones presidenciales, en el top 3 aparecían principalmente figuras de derecha. A medida que Michelle Bachelet se hacía parte de la agenda pública subía su valoración y este domingo, en la encuesta Cadem más reciente, apareció en segundo lugar como presidenciable, empatando con el líder Republicano José Antonio Kast y detrás de la candidata UDI Evelyn Matthei. En el oficialismo destacan su rol aglutinador y algunos creen que una alternativa es dejar una herencia de ese capital político para las próximas elecciones.
El liderazgo de la expresidenta Bachelet es indiscutido tanto en el oficialismo como entre personeros de la oposición. Es por eso que en instantes clave apareció para empujar la agenda progresista del momento. Hace unos años, lo hizo en la campaña del Apruebo a través de una propaganda, luego en la campaña del En Contra, esta vez con más tiempo, y hoy lo hace de manera mucho más activa para las elecciones municipales de octubre.
La semana pasada, en un evento que reunió a figuras en torno al acuerdo municipal de la izquierda, desde el PC hasta la DC, la exmandataria fue una de las que presentó un manual titulado Herramientas para la gestión local, libro de 200 páginas que fue fruto del trabajo de más de 20 laboratorios de pensamiento y 152 participaciones de municipios, expertos y organizaciones sociales. Algunos consideraron que ese gesto era una gala de cara a la carrera presidencial, sin embargo, la misma expresidenta negó tener esas intenciones.
Ayer, en el ciclo Mujer y Política, de la Universidad Adolfo Ibáñez y La Tercera, la excomisionada en DD.HH. de la ONU dijo, sobre una eventual candidatura presidencial, que “creo que a la democracia le hace bien tener rostros nuevos. No quiere decir que rostros jóvenes necesariamente, pero sí rostros nuevos. Yo creo que hay una incapacidad de la democracia si siguen repitiéndose los rostros todo el tiempo en la política. Ahora, por supuesto, si hay gente que no ha ganado, tiene el derecho a volver a postular”.
Además, aclaró que hoy por hoy es muy pronto para hablar de las presidenciales: “Piensen que la vez pasada, a esta altura del año, el nombre de Gabriel Boric no existía. Y yo creo que hay mucho camino por andar, hay que esperar y no hay que estar tan apurados”. Por último, dijo con más relajo: “Yo ando en otra en la vida”.
Aglutinar capital y heredarlo
A pesar de esta negativa, en el Socialismo Democrático la aspiración presidencial de Bachelet es real, pero también se proyecta una posición más estratégica hacia adelante. El senador socialista Gastón Saavedra le comentó a El Mostrador que el rol de la expresidenta está en aglutinar a la izquierda y a la centroizquierda, así como ella misma lo ha mencionado. Pero, además, su arremetida en las encuestas permite dilucidar que en materia presidencial “no hay nada resuelto”.
Por otra parte, coincide en que “la idea es que comiencen a aflorar nuevos liderazgos”, pero “evidentemente Michelle Bachelet puede ser candidata”. Ahora bien, en cuanto al rol en proyección de la exmandataria, en caso de que no se presente a la carrera presidencial, “ella puede perfectamente ser el soporte de una futura candidata o candidato a la Presidencia de la República en representación de la centroizquierda”. Entre los nombres que podrían heredar el soporte de Bachelet, Saavedra mencionó a la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el titular de la Segpres, Álvaro Elizalde.
El presidente de PPD, Jaime Quintana, en entrevista con La Tercera, aludió a la misma estrategia: aglutinar capital y luego depositarlo en otra figura. “Yo más bien al liderazgo de Bachelet lo compararía con el de (José Luis) Rodríguez Zapatero en España, que cumplió un rol, primero promoviendo la unidad y, luego, favoreciendo el triunfo de (Pedro) Sánchez. O como seguramente ya lo ha hecho, y lo va a seguir haciendo, (Barack) Obama con Kamala Harris en Estados Unidos”, dijo el domingo en el medio citado.
El diputado socialista Marcos Ilabaca coincide con la expresidenta en cuanto a que “desde la centroizquierda, desde el Partido Socialista, tenemos que hacer apuestas en orden a tener rostros nuevos que permitan ir entregando este cambio generacional necesario dentro del proceso de gobernabilidad de nuestro país”. Sin embargo, alude a que, más que por un tema estratégico, el alza de su figura se da también por necesidad: “Si es que esto no se da en el plazo del próximo año, vamos a tener que tocarle la puerta a una persona que fue una tremenda Presidenta de la República. Yo siempre me he declarado bacheletista y soy amante del trabajo que ella ha desarrollado”.
Ilabaca agrega que “si es que ella se encuentra en el momento con una solicitud transversal y se da cuenta de que efectivamente por el bienestar de Chile se requiere su figura, no tengo la menor duda de que va a dar ese paso”, pero aclara que el oficialismo tiene que “agotar todas las instancias para que eso no ocurra, para poder generar los liderazgos que, en definitiva, desde nuestro mundo empiecen a entregarle una renovada mirada al país”.
Raúl Soto, diputado del PPD, en Radio Cooperativa aclaró que la carrera presidencial está más en manos de Bachelet que de lo que determinen los partidos: “Va a ser ella quien va a tener que definir si está disponible o no a asumir una tercera carrera presidencial. Todo el resto está en un segundo plano, y si ella define no ir, ahí recién creo que se abre la posibilidad para otras personas”. Esto, pues para el diputado la expresidenta es sin duda “la primera opción, la carta más competitiva”.
Mientras el Socialismo Democrático piensa en el rol que tiene o tendrá Bachelet en las presidenciales, al interior del Frente Amplio prefieren no entrar en este tipo de discusiones. Una alta fuente del partido, bajo reserva, admitió que la socialista cumple todavía un rol importante en el marco de las elecciones municipales, pero también destaca un trabajo que responde a un esfuerzo colectivo. Ahora bien, entienden que la figura de Bachelet es relevante, visible y aglutinadora. En la línea que ha establecido el Gobierno.
Con todo, esta fuente sostiene que es muy pronto para hablar de nombres para la carrera presidencial y advierte que queda mucho Gobierno abierto y que la unidad va más por los contenidos programáticos que por los nombres, porque “es como poner la carreta delante de los bueyes”, comenta a El Mostrador. Además, sobre la herencia que dejaría Bachelet, desde el FA descartan que haya una disputa en este momento. El foco, dicen, está en los esfuerzos por aglutinar a la izquierda en la contienda municipal.
FUENTE EL MOSTRADOR