La miel es una sustancia natural y sus características van a depender de las colmenas y de las variedades de flores de las cuales éstas se alimenten, explica Evelyn Sánchez, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas.
Sin embargo, dice la profesional, “tienen características similares, como altos contenidos de hidratos de carbono, específicamente frutosa; de agua, de algunos ácidos orgánicos, de vitaminas como la C y algunas del complejo B; minerales, donde destacan el magnesio, fósforo y calcio y compuestos fenólicos”.
“Esta composición nos brinda ciertos beneficios, como que la miel es una excelente fuente de energía -entre el 70 y 80 % de su composición es fructosa-, además ha demostrado actividad antimicrobiana, ser una fuente natural de antioxidantes y contribuir al sistema inmune a través de la modulación de este”, añadió Sánchez.
Cómo consumirla
Sánchez recalca que lo primero que debemos hacer es confirmar que la miel sea “de origen natural, cruda, que haya sido muy poco intervenida, idealmente prensada, que no haya sido sometida a elevadas temperaturas y que no sea industrializada, es decir, que no se le añadan ni colorantes ni aditivos”.
Sobre el consumo, comentó que “puede ser para endulzar infusiones tanto frías como calientes, como ingrediente primario de recetas dulces, incluso en salsas o condimentos; incorporada también en algunas preparaciones dulces, como panes dulces o galletas de avena y miel, que pueden servir de colación o snack, por ejemplo”.
Sobre cuál es la cantidad recomendada, dijo que “los organismos internacionales señalan que, de las calorías diarias que nosotros consumimos o necesitamos al día, un 5% máximo sea de origen de azúcares. En este sentido, los requerimientos bordean entre las 1800 y 2000 calorías, por lo tanto, el consumo recomendado de azúcares, entre los cuales está incluida la miel, rondaría entre los 15 y 25 gramos al día“.
“Las mismas recomendaciones nos orientan al consumo de máximo una cucharada al día, que implica entre 10 y 12 gramos de miel”, añadió.
A su vez, informó que 100 gramos de miel nos aportan 320 calorías, por lo que una cucharada es suficiente.
¿Sirve para los resfríos?
La profesional destaca que la evidencia sobre este tema “es diversa, tiene distinta calidades metodológicas, pero en general se orientan a la eficacia que tendría la miel para reducir la sintomatología derivada de un estado gripal, más que a curar o prevenir el resfrío”, aseguró.
Lo anterior, ya que “la mayoría de las recomendaciones se orientan a su consumo para este fin, para aliviar las sintomatologías; no se encuentra mucha evidencia en contra de este punto, lo que sí se recomienda es que sea para mayores de 2 años”.
Menores de 2 años NO deben consumirla
Recordar que el consumo de miel en menores de dos años está contraindicado, por la posibilidad de esté presente en la miel la toxina botulínica, que paraliza los músculos.
De acuerdo a la Asociación Americana de Pediatría no deberían consumir miel ni sus derivados hasta después de los dos años.
FUENTE: PAGINA7.