Colo Colo volvió a sonreír y justo a tiempo. El Cacique necesitaba urgentemente una victoria ante Athlético Paranaense para mantenerse con chances de avanzar a octavos de final de la Copa Libertadores. Y cumplió en una tarde llena de emociones y contrastes.
El estadio Monumental recibió a cerca de 30 mil personas en una calurosa jornada en Macul. Los hinchas fueron llegando lentamente y muchos arribaron sobre la hora. Pero la consigna era clara: Sumar de a tres y espantar los malos resultados.
Eso sí, las quejas contra la dirigencia se hicieron sentir. Los blancos se dirigían a un solo hombre: Marcelo Espina, director deportivo de los albos, quien es apuntado por el mal inicio y la tardanza en la búsqueda del nuevo DT.
Mouche se reconcilió con la gente
Dentro del estadio, el apoyo se hizo sentir desde el primer minuto con un Colo Colo que comenzó con ritmo avasallador y consiguió abrir la cuenta con un tanto, y a la postre definitivo de la victoria, de Pablo Mouche, otro hombre que no lo estaba pasando bien.
El argentino venía siendo duramente criticado por su nivel en este inicio de 2020. Si bien hace se recuperó solo hace algunas semanas de una grave lesión, lo que venía exhibiendo en cancha no conformaba a los aficionados.
El ex Boca descargó toda la rabia con el cabezazo que decretó la algarabía total en Pedrero. Su celebración así lo denotó, ya que el trasandino corrió y golpeó uno de los carteles de publicidad. Además volvía al gol tras 9 meses. Su última anotación con el Cacique había sido en junio de 2019 en la victoria 4-2 sobre Puerto Montt por Copa Chile.
Mouche no sólo se quedó con la conquista, ya que durante todo el partido fue el principal agente ofensivo del elenco de Gualberto Jara. Sobre el final, fue reemplazado por Javier Parraguez para que disfrutara lo inminente: Una tremenda ovación del Monumental que reconoció su gran noche. Así, el trasandino retomó su romance con la gente.
El encubierto Espina no pasó desapercibido
Todo un contraste con lo que vivió Marcelo Espina. El gerente deportivo quiso pasar inadvertido, pero algunos simpatizantes lograron reconocerlo. Ni bien culminado el encuentro, el ex volante se retiró raudo en compañía de un funcionario del club. Bien oculto usando un gorro y con un paso trepidante, no pudo evitar algunos gritos en su contra.
“Espina trae rápido el técnico, deja de h…”, le gritó un enfervorizado aficionado, al que sumaron otros que lo insultaron y le enrostraron algunos de los fracasos durante su período, como la salida de Agustín Orión y el fracaso de Mario Salas en la banca alba.
Así, entre halagos y reproches, se vivió la victoriosa jornada del Cacique, que con su triunfo vuelve a ponerse en carrera en un Grupo en el que aparece con chances y que deberá afrontar, hasta el momento, con Gualberto Jara en la banca técnica a la espera de alguna novedad con el nuevo entrenador…
Fuente: emol