Es una historia que reviste todos los tintes de incredulidad pero se trata de un caso de la vida real que involucra a una empresa francesa de renombre.
TSO es una compañía dedicada a la construcción de ferrocarriles en la nación europea y decidió enviar de viaje de negocios a uno de sus empleados.
El hombre, identificado como Xavier X, llegó hasta la ciudad de Meung-sur-Loire, a donde sostuvo, además de los encuentros de trabajo, uno de tipo sexual con una mujer no identificada.
Todo ocurrió en 2013, pero el caso ha sido noticia mundial en las últimas horas, ya que la familia de Xavier se enfrascó en una batalla legal por conseguir una indemnización argumentando un accidente laboral, ya que tener sexo es una actividad normal como bañarse o comer y le sucedió mientras estaba en asignación laboral.
Medios a nivel mundial, entre estos The New York Post han difundido la noticia.
Después de 6 años de un largo juicio laboral, una corte francesa decidió dar por terminado el litigio entre TSO y la familia de Xavier, fallando a favor de la última y pese a que la empresa argumentó que el ingeniero sufrió un infarto cuando sostenía el encuentro ocasional, estando fuera de su horario laboral.
Lo anterior es cierto. Por la mañana, trabajadores del hotel en el que se hospedaba el empleado lo encontraron tendido en la cama y sin vida. La mujer, a quien había conocido la noche anterior, salió de la habitación muy seguramente asustada tras lo ocurrido.
La indemnización
“80 por ciento de su salario mensualmente hasta lo que habría sido su edad de jubilación”. Eso fue lo que ordenó la corte francesa en la que se ventiló el caso del empleado de TSO.
A la empresa no le queda más que acatar el fallo, aunque no queda claro si apelarán la medida a una instancia superior.
Lo que si es evidente, es el revés que por el momento ha sufrido la compañía constructora, tanto económica como públicamente, ya que el caso está en boca de la sociedad francesa y más allá de sus fronteras a donde ha sido ampliamente replicada la noticia.
Es un “acto sexual adúltero que tuvo con una completa desconocida“, habían argumentado TSO. La corte, sin embargo, valoró que un empleado en un viaje de trabajo “tiene derecho a la protección de su empleador durante la duración de su misión, ya sea que el accidente tenga lugar como parte de una actividad profesional o como un acto de la vida normal”.
Dos años atrás, un caso similar llevó a una corte, también francesa, a fallar a favor de otra familia, luego que un hombre muriera al interior de una discoteca en China, producto de una lesión.
A su empleador lo responsabilizaron del hecho, pese a que eran las dos de la madrugada. Sin embargo, el argumento judicial se basó en que la empresa debía responsabilizarse del estado de salud de su empleado, a la hora que fuera y aunque no estuviera en servicio.