El politólogo colombiano Fernando Giraldo cuenta que hay un gran nerviosismo de la clase dirigente colombiana ante el paro nacional convocado por decenas de organizaciones. El gobierno y ciertos sectores empresariales aspiran a contener el paro “sobre la base del amedrentamiento”.
Este jueves en Colombia las organizaciones de trabajadores, de estudiantes, así como indígenas convocan a un paro nacional para protestar contra el gobierno de derecha de Iván Duque. Los motivos de esta protesta son variables. ¿Cómo explicar esta convergencia de distintos sectores de la sociedad colombiana?
“Es inédito en términos de que aquí confluyen sectores muy diversos como estudiantes, profesores, profesionales, indígenas, movimientos ambientalistas, movimientos de protectores derechos humanos, gente que va a protestar unos por la reforma de los impuestos, porque piden salud y educación. Otros porque están protestando contra los asesinatos de líderes sociales masivos y para mantener el Acuerdo de Paz (con la guerrilla de las Farc)”, sostiene.
–¿Tiene que ver y el contexto regional de protestas sociales que hemos visto en Ecuador, en Chile, en Bolivia?
“Creo que las protestas que vemos por lo menos en 10 países de América Latina desde Haití, Honduras, Panamá, Nicaragua, Ecuador, Venezuela, Perú, Bolivia, Chile, algunos elementos son de carácter nacional, propio de su contexto político. Pero tienen muchos elementos que son comunes. Creo que el elemento común son las profundas desigualdades e inequidades sociales. La gente está reclamando porque no admite tanta desigualdad y tanta corrupción”.
-El presidente Iván duque denuncia una marcha basada en una campaña de mentiras y y su administración ha desplegado un fuerte dispositivo policial y militar para controlar las manifestaciones. ¿Hay cierto nerviosismo en el poder?
“Creo que eso tiene que ver con que el gobierno actual y algunos sectores que se sienten representados por este gobierno, sobre todo sectores del empresariado colombiano mayoritariamente, tienen un susto, un miedo de que lo que ocurre en América Latina se extienda a Colombia”.
“Me atrevería a decir que es el temor, o una poca disposición que tienen, a tener que en un momento transar con otros sectores de la sociedad para encontrar una sociedad mucho más consensuada, obviamente basada en un poco más de equidad, o de menos inequidad. Tengo la impresión de que no quisieran encontrarse en un escenario como el de Chile donde se sienta toda la sociedad, hace un alto en el camino y dice ‘bueno ¿cómo vamos a vivir ahora?’”.
“Esos sectores aspiran a contener eso sobre la base del amedrentamiento. Y entonces aparecen cosas que son profundamente antidemocráticas y que creíamos superadas desde las décadas del 60, 70 y 80 del siglo pasado. ¿Qué tienen que ver los militares con los reclamos de los ciudadanos? Existe una fuerza del Estado que es la policía que tendrá que atender este tipo de reclamos si la protesta toma un camino distinto. Por el otro lado hay amenaza de toques de queda, esas especies de pequeñas leyes marciales locales, y hay allanamientos con exceso de la fuerza y atropellando a personas que no tienen absolutamente nada que ver, y sin otra prueba que la sospecha”.