Desde 1942 se celebra en Chile el “Día del Trabajador Radial”, conmemoración que fue instaurada bajo el Gobierno de Juan Antonio Ríos. Posteriormente en 1991, la celebración se reconoció a través de un Decreto Supremo N° 259, en el Gobierno de Patricio Aylwin, donde se oficializó como el “Día Nacional del Trabajador de la Radiodifusión Sonora”.
Aunque anteriormente las radios se silenciaban para poder celebrar con el personal de las emisoras, quedando una radio por zona, como de “turno”, desde el año 2000 la propia Asociación de Radiodifusores de Chile, ARCHI, dejó en libertad a las radios para mantenerse en funcionamiento.
Nostálgica, como ha sido su estilo y característica, se mantendrá acompañando a sus auditores en esta fecha especial, en el “Día del Trabajador Radial”.
Historia
Según cuenta el sitio web Memoria Chilena, “La primera transmisión radial en Chile data del 19 de agosto de 1922 y fue posible gracias a la iniciativa de los profesores Enrique Sazié y Arturo Salazar, ambos ingenieros de la Universidad de Chile. Ésta se realizó desde un transmisor montado en el Laboratorio de Electrónica de la Casa Central de la propia Universidad, hasta un receptor instalado en el hall del Diario El Mercurio. Aquel día, gracias a un precario equipamiento en que destacaban unos micrófonos de teléfonos corrientes marca Ericsson, y después de muchos ensayos, comenzó la radiodifusión nacional. La transmisión fue simple y breve, y en ella se plasmaron todos los componentes de la primera etapa de la radiofonía chilena: música grabada, música en directo, noticias y comentarios políticos”.
Así, desde 1923 comenzó la “formación de empresas radioemisoras y generó la necesidad de disponibilidad masiva, y consiguiente importación, de receptores radiales”.
Con el nacimiento de las primeras radios en Chile, en Amplitud Modulada (AM) fue necesario que se reglamentaran, y se hizo por medio de la Dirección General de Servicios Eléctricos.
Durante las primeras décadas del siglo XX las radios transmitieron principalmente sonidos en directo: radioteatros, informaciones noticiosas, comentarios políticos y presentaciones musicales que se transmitían hacia el público auditor, constituyéndose así en un importante campo laboral para los artistas, locutores, técnicos y periodistas chilenos.
Ya en la década de 1930 nacieron más de 70 emisoras,
En 1939, la radio manifestó su importancia más allá de lo musical, al constituirse en el principal medio informativo del terremoto de Chillán y, a nivel mundial, de lo que estaba sucediendo en la 2ª Guerra Mundial.
Hacia mediados del siglo XX Chile contaba con más de 100 radios, todas transmitidas en Amplitud Modulada.
Desde la década de 1950, debido a los adelantos en los soportes discográficos tanto en términos materiales ya la música no era interpretada en vivo, sino grabada.
En 1962 nació la radio El Conquistador, que fue la primera radio que emitía en Frecuencia Modulada (FM), para luego tener una gran explosión de radios de este tipo, en la década de 1970, dedicadas principalmente a la música, por su calidad del sonido.
Pese al paso del tiempo, la radiodifusión se ha sabido adaptar a las nuevas tecnologías, incorporando las señales en Internet, y una masiva presencia en las redes sociales. Interactuando con los potenciales auditores, los que cada vez son más exigentes en los contenidos.