Por Dr. Danilo Leal Moraga, Director de la carrera de Ingeniería Civil Industrial & Ingeniería Industrial Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.
La inteligencia artificial se encuentra en uno de los puntos más alto de su desarrollo logrando incluso, que la misma comunidad busque alguna manera de regular su explosivo desarrollo para no provocar daños a toda la sociedad.
La educación universitaria también ha sido testigo de los pros y contras que pueda traer este desarrollo y debe repensar el cómo se están haciendo algunas cosas hasta ahora, e.g. pruebas online con preguntas de alternativas, verdadero y falso, trabajos sobre alguna temática por mencionar algunos. Al tratarse de inteligencia artificial generativa hace que sea más complejo poder identificar si un trabajo/ensayo proviene de un estudiante o de ChatGPT, por ejemplo, y que trae como consecuencia el no distinguir aquellos alumnos que copiaron o realmente estudiaron y analizaron la materia para poder realizar su tarea.
¿Tenemos que evitar que utilicen estas herramientas? ¿Debemos volver a la época en que sólo utilizábamos los recursos de la biblioteca? Al parecer ir en contra de esto es mucho más difícil de lo que parece, la manera correcta sería ver cómo integramos estas herramientas para el aprendizaje de nuestros estudiantes y así buscar nuevas metodologías que permitan mejorar el trabajo de todos. Cuando aparecieron los computadores, estos fueron incorporados al desarrollo estudiantil, así como también cuando apareció Office (Excel, Word, PowerPoint) y se pudo mejorar mucho el desarrollo y aprendizaje de muchas materias, hoy sería casi imposible no contar con aquello para estudiar y/o trabajar, incluso en las salas de clases, en la actualidad, ya casi no se ven los cuadernos tradicionales ahora los estudiantes utilizan Tablets para tomar apuntes.
El desafío que nos queda es ver cómo podemos aprovechar esta tecnología para su buen uso y evitar desde un punto de vista ético y reglamentario, aquellos aspectos negativos que se podría desarrollar.