Por Luis Jiménez Cepeda, Académico Escuela de Gobierno, Universidad Central
Qué duda cabe que los juegos panamericanos resultaron todo un éxito, no sólo por el número de medallas conseguidas por Chile, sino que además por el efecto social-mediático al mantener la atención de todo un país que lo siguió por televisión, redes y visitó los centros deportivos. También en lo político ya que, a pesar de pequeños inconvenientes, todo funcionó bajo un gran estándar, que dejará una infraestructura que servirá para albergar nuevas competencias internacionales y sumará más horas de entrenamiento de nuestros deportistas, junto con una ciudad altamente conectada por infraestructura pública como es el caso de la red de metro.
Todo esto elevará muy probablemente la aprobación del gobierno, sus instituciones y figuras ligadas a este evento, lo que se ampliará aún más a contar del 17 de noviembre, fecha en que comienzan los juegos parapanamericanos, donde deportistas en situación de discapacidad demostrarán sus fortalezas en el alto rendimiento.Sin embargo, la pregunta es ¿Qué hizo Chile para lograr estos resultados? y la repuesta nos lleva a las políticas públicas que hace mas de 20 años viene desarrollando nuestro país.
Fue en 2010 cuando se crea el “Plan Olímpico” que básicamente vino a ordenar la trasferencia de fondos públicos, su uso y control por parte del Estado a las distintas disciplinas deportivas ordenada bajo el comité olímpico.
En 2011, el primer gobierno de Sebastián Piñera envía el proyecto de ley para crear el Ministerio del Deporte, ya que de acuerdo con mensaje enviado al parlamento“la institucionalidad se ha encontrado con serios obstáculos para responder de manera efectiva a los desafíos y metas que impone nuestra realidad deportiva.”. En 2013 se crea el Ministerio del Deporte.
De ahí en adelante han sido un constante avance, de acuerdo con el “El Plan Estratégico Nacional de Deporte Competitivo y Alto Rendimiento (2021-2025)”, Chile pasó del 11avo lugar en Guadalajara 2011 al 8avo lugar en Santiago 2023, manteniendo una delegación promedio de 310 deportistas, hasta Lima y con más de 600 en Santiago, incrementándose el número de medallas de 43 en 2011 a 79 en 2023.
Resultados similares presentan los parapanamericanos, pasando del lugar 10 en Guadalajara 2011 al lugar 8 en Lima 2019, con incremento sustancial de deportistas, en 2011 fueron 19 y ahora en Santiago 2023 se esperan 130, donde superar las 34 medallas obtenidas, 11 de ellas de oro, no sería casualidad.
Pero, ¿quiénes son los y las deportistas de alto rendimiento?, de acuerdo a Ficha Única del Deportista (FUD), a junio del 2021 registraba un total de 656 deportistas, 56% hombres y 44% mujeres. El 65% inscrito en el Registro Social de Hogares (RSH), 90% es menor de 34 años, y un 45% se encuentra en el tramo del 40% del RSH, es decir, ahídonde el Estado focaliza las ayudas sociales, en definitiva, son personas que sin el apoyo de los programas estatales no podrían dedicarse al deporte de alto rendimiento.
Estos programas financian un amplio espectro de necesidades tales como: el personal que trabaja en las federaciones, implementación deportiva, entrenadores, viajes, premios, etc. De acuerdo a la DIPRES pasamos de 20 a casi 90 millones dólares en inversión, en el periodo 2009 – 2022, cifra que debería mantenerse hasta Barranquilla 2027, esperemos de la mano de buenos resultados.