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Pablo Solari: 95 años en la espalda de un chico de 19

De fichaje para los juveniles a responsable de la permanencia alba. La vida de Pablo Solari cambió en 180 grados cuando pisó por primera vez el césped del Monumental. En cosa de semanas se ganó el puesto e ilusionó a los hinchas colocolinos con su juego veloz y agresivo. Algo que en un equipo fundido y temeroso, era valioso oxígeno. Hoy en Talca, en el partido más importante de la historia de Colo Colo, la promesa se hizo realidad. Demostró su pachorra y anotó un gol que en Chile se va a comentar cada vez que se hable del equipo de Pedreros. Un chico de 19 años salvó 95 años de historia. La fiesta alba tiene al argentino como actor principal.

El 20 de noviembre de 2020, Colo Colo anunciaba la llegada de Pablo Solari. Desconocido para la mayoría, el joven de Villa Mercedes la descosía en las inferiores de Talleres, donde llamó la atención de Walter Lemma. El ayudante técnico de los albos lo recomendó y en el club le hicieron caso. Pese a que el mismo Quinteros dijo que venía para “ayudar a los juveniles” lo cierto es que el argentino desde el día uno demostró ser especial. Tan solo dos semanas después de haber firmado, debutó como profesional con los albos. Ese día jugó 28 minutos. Después un par de ausencias y la consagración definitiva como titular.

Si cuando se cerraba el periodo de traspaso los albos pensaban que Jorge Valdivia sería el salvador, el argentino demostró con gambetas y actitud que estaban equivocados. Trabajador y canchero fue ganándose poco a poco el cariño de los hinchas. Su figura. siempre pegada a la banda, generaba emociones cuando tomaba la pelota. El gol se le resistía, pero siempre generaba peligro. Así, el apellido Solari fue cada vez haciendo más eco en el colectivo nacional. Colo Colo entendió que tenía al futuro del club durmiendo en la Casa Alba, y le extendió el préstamo hasta fines de 2021.

Después de eso la historia no hizo más que mejorar. Cuando se subió al bus para viajar a Talca se impactó con los miles de hinchas que estaban a las afueras del Monumental. Fue uno de los pocos jugadores que compartió en sus historias el arengazo del sector Tucapel.

De no debutar en su país a ser la esperanza del equipo más popular de Chile. El cambio impacta. A muchos les pesa, pero al argentino no. Sabe lo que significa el equipo, y esa presión la transforma en motivación. Cuando toma la pelota, siente el picor de la responsabilidad. Infla el pecho y sigue encarando.

Así llegó el gol, a estar alturas histórico, del minuto 19. Encaró y pudo palpar el empuje de una hinchada que lleva días en vela. No le importó el riesgo, menos que lo traten de cabro chico. Se pasó a uno y después le gano el mano a mano a otro. Miró y pateó el tiro más importante de su corta, pero explosiva, carrera. Cuando lo asimiló, la locura ya era total. Su primer gol como profesional lo hizo en una circunstancia en la cual a muchos les tiemblan las piernas. Con la 36 en la espalda, sacó a Colo Colo del infierno.

Siguió peleando durante todo el partido contra la UdeC. Buscaba, atacaba y se tiraba al piso cuando debía hacerlo. Vivió el partido como debía ser. Al limite. Por eso a los 90′ salió extenuado, con una muestra de compromiso que el hincha albo agradece. En un momento culmine para Colo Colo, un nuevo héroe ha dicho presente. Lo hizo sobreponiéndose a los nervios, las malas caras y los golpes. Demostrando que para rendir, no hay que ser el más experimentado o el más fornido, si no que hay que tener las ganas de comerse el mundo, y eso a Solari le sobra.

Tras el pitazo final y al borde de la cancha que hoy es sinónimo de su nombre, Solari habló. “Me encantaría quedarme en el club más grande de Chile. Es donde debuté y eso en mi vida no lo voy a olvidar. El club pasa a una parte muy importante de mi corazón”. Las declaraciones vienen de un chico de 19 años que se enamoró de Colo Colo. Cuando vuelva el público al Monumental, de seguro le harán saber que es un amor correspondido.

Fuente: latercera

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