Cuando las redes sociales se unen en seguidores para apoyar o desaprobar a otros usuarios, no hay qué las detenga.
Eso le sucedió recientemente al ex rostro de CNN en Español, Claudia Palacios, quien gestó una ola de críticas al hablar de un tema espinoso para cualquier país que ha visto un creciente número de migrantes venezolanos: las venezolanas dando a luz en el extranjero. Perú, Chile y Brasil, entre otros, no son la excepción.
Su opinión fue publicada en el medio local El Tiempo y acto seguido, tras compartirlo en su cuenta de Twitter, la periodista vio nacer todo tipo de reacciones, algunas dándole la razón. Otras, simplemente mostrándose sorprendidas del contenido de la publicación. Que decir de los insultos que recibió.
Y es que Palacios, uno de los rostros más frescos en televisión, pidió a las venezolanas, como en el título de su columna que “paren de parir”en la nación colombiana. Ofreció cifras y testimonios para amparar su exigencia, en nombre de lo que considera el bienestar de las migrantes, como el de la nación que las recibe.
“Veinte mil bebés de padres venezolanos han nacido en Colombia durante los últimos dos años y medio, según cifras de Migración Colombia. Una tasa de natalidad que en ciudades como Barranquilla y Maicao supera la de los colombianos. Cada vez que veo un venezolano en las calles pidiendo dinero con un bebé en sus brazos, me pregunto por qué las personas con el futuro absolutamente incierto, con un presente de mera supervivencia, traen hijos al mundo a padecer peor que sus padres, pues los niños quedan más expuestos a sufrir secuelas para siempre si aguantan hambre, frío, calor, discriminación, etc”.
Es un planteamiento válido, a simple vista. No obstante, cuando la tarea de análisis se hace completa, se debe tomar en cuenta que en condiciones de migración forzada, a los derechos que han sido vulnerados en el país de origen de quienes huyen, se suma otro agravante: haber dejado de recibir todo tipo de educación que les permita un desarrollo integral. En simples términos, son víctimas de una crisis humanitaria.
Lo anterior, incluye la falta de educación sexual. En el caso de Venezuela, el chavismo, cuyo legado asumió Nicolás Maduro con las consecuencias por todos ya conocida, ha generado retrocesos que han mermado incluso derechos universales como la salud y la alimentación a sus ciudadanos. Que los métodos anticonceptivos sean conocidos y de fácil adquisición para las nuevas generaciones de ese país, es todo un desafío.
Un ejemplo claro, es el mismo caso que expone la periodista colombiana en su columna: “Una vocera de Plataforma Proyecto Venezuela, quien hace unos días recogió en Chocontá a 3 migrantes venezolanas embarazadas, de 13, 17 y 22 años, que venían caminando desde Cúcuta, dos de ellas desnutridas, me dice que el problema es enorme”.
Hay un drama que tiene lugar en la vida de los migrantes, sobre todo mujeres. Deambular desnutridas, en algunos casos, se vuelve tan dramático, como para encararlas por no estar preparadas ante la vida o darla, para el caso de las que se les pide “paren de parir”.
La periodista lo sabe y hasta emplaza a las autoridades de su país a poner la educación sexual a disposición de los nuevos inquilinos forzados, pero la mayor fuerza de su columna parece un reclamo contra los más vulnerables y no contra los estados (como el colombiano) que en varias cumbres se han mostrado dispuestos a asumir un compromiso para asistir a los venezolanos que han escapado de una realidad de miseria.
“A tu artículo le faltaron cálculos”
Entre los usuarios más leídos replicando a Palacios, destacó la periodista local Dariela Sosa. La comunicadora contrastó las cifras de su colega y paisana, asegurando que los datos estaban errados, no solo sociológicamente, sino, estadísticamente.
“A tu lamentable artículo le faltaron cálculos,@claudiapalacios:20 mil bebés de padres venezolanos nacieron en Colombia en los últimos 2,5 años. La población media de migrantes venezolanos en ese periodo es de 1.076.067 (según Migración Colombia) → Nacieron 18,5 bebés por cada 1000 venezolanos”.
Si bien es cierta la cifra ofrecida por Palacios, la densidad poblacional tanto de Colombia, como de los migrantes viviendo en ese país, incluyendo los nacidos en ese territorio, hace la diferencia en los números.
“Entonces, de 675.000 bebés que podrían nacer en Colombia en 2019, a lo sumo 20.000 serían venezolanos (De hecho, un poco menos porque esta cifra abarca los nacimientos en 2 años y medio) Conclusión: sólo el 2,9% de los nuevos bebés serían hijos de migrantes venezolanos”.
Niños nacidos en Colombia obtendrán ciudadanía
Hablando de polémica, fue la misma periodista quien vaticinó en su columna (sin imaginar el efecto de su opinión) otro punto que dará de qué hablar en su país.
La Registraduría y la Defensoría están trabajando en una resolución ponen en marcha un proyecto que otorgará ciudadanía a los nacidos en Colombia (de padres venezolanos).
La Constitución colombiana no permite tal derecho, pero la situación estaría dando un giro a los derechos de los bebés que están llegando al mundo porque la situación en su país, obligó a los padres a escapar de la crisis.
Palacios otorgó un punto a favor de los venezolanos en este apartado.“Algunos dirán que esto va a incentivar la llegada de más migrantes a reproducirse en Colombia, pero me aseguran que no será así porque cuando la gente emigra lo hace para no morirse de hambre, no para tener legalidad; y porque otorgar nacionalidad no genera más costos de los ya contemplados, ya que aunque no la tengan se les está dando salud y educación”.
Sin embargo, lo expuesto anteriormente no fue tomado en cuenta por quienes, desde diferentes países, le hicieron ver a la periodista lo que consideraron un desafortunado artículo, tomando en cuenta el resto de sus argumentos, en medio del sufrimiento ajeno que muchas naciones no están lejanas de experimentar o ya han experimentado.
Fuente: BioBioChile