Para los entendidos en materia previsional, la aprobación ayer de la Pensión Garantizada Universal se trata del cambio positivo más relevante desde la creación del Pilar Solidario.
Despachado del Congreso y listo para convertirse en ley, quedó ayer el proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU), marcando un importante hito en la historia previsional chilena.
La PGU vendrá a sustituir el actual Pilar Solidario y sus aportes -la Pensión Básica Solidaria y el Aporte Previsional Solidario-, entregando $185 mil mensuales a todos los mayores de 65 años en Chile -no solo a los jubilados- que estén dentro del 90% de la población más vulnerable y tengan una pensión autofinanciada igual o inferior a $630 mil.
Mientras para quienes cuenten con una pensión base superior a $630 e inferior a $1 millón -y siempre que no estén entre el 10% más rico del país-, el aporte estatal irá disminuyendo progresivamente. Por ejemplo, una persona con una pensión autofinanciada de $700 mil recibirá un complemento de $150 mil, mientras que alguien con una pensión autofinanciada de $800 mil, el aporte será de $100 mil.
Tras la aprobación del proyecto, la PGU podría comenzar a pagar en febrero para los primeros beneficiarios, que son aquellas personas que actualmente están en el Pilar Solidario. Según Hacienda, son poco más de 1,5 millones de personas, mientras que a las cerca de 600 mil restantes el beneficio les comenzaría a llegar, a más tardar, en agosto de este año.
“Esta es una de las reformas más importantes tal vez de los últimos 40 años, junto con la reforma que hizo la Presidenta Bachelet en 2008 (creación del Pilar Solidario). Creo que esta es una reforma tan importante o incluso más importante que esa”, subrayó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda.
Los expertos coinciden en que este se trata del mayor hito en la historia previsional del país, al menos, desde que se creó el Pilar Solidario y que contribuye al antiguo desafío de mejorar las pensiones en Chile.
Eso sí, también subrayaron que esto no debe, en ningún caso, restarle importancia a la necesidad de concretar una reforma sustancial al sistema de pensiones, junto con advertir lo desfavorable que sería para ello insistir con nuevos retiros desde los fondos de pensiones.
Es que ya hay algunos parlamentarios que han planteado la idea de empujar el proyecto de un quinto retiro previsional -el cuarto fue rechazado-, como la diputada Pamela Jiles (PH), al igual que la diputada comunista Marisela Santibáñez. “Siempre vamos a legislar a favor del pueblo. Es nuestro deber y compromiso desde el primer día. Aún hay necesidades, la pandemia sigue y en aumento. Lo hemos dicho y lo volvemos a repetir: Estamos con el pueblo. Sí a la PGU y por supuesto que sí a un quinto retiro”, expuso en Twitter.
La posición expresada por Santibáñez, quien milita en un partido perteneciente a la coalición del futuro Gobierno, contrasta con lo expuesto por el Presidente electo, Gabriel Boric, que ha afirmado que no apoyará iniciativas que buscar volver a echar mano de los ahorros previsionales.
Para el economista y experto en pensiones, David Bravo, David Bravo, la PGU “será el cambio positivo más relevante desde la creación del Piar Solidario”, dijo a Emol. “Representa una profundización del Pilar Solidario. En su diseño original se consideró tener un piso universal el que por razones presupuestarias y para la realidad del país de entonces, se planteó incrementándose gradualmente hasta el 60% de la población de 65 años y más de menores ingresos”.
Bravo recordó que en la comisión que él lideró entre 2014 y 2015 con miras a establecer los lineamientos para una reforma de pensiones, “planteamos el fortalecimiento del Pilar Solidario y su extensión hasta el 80% de la población indicando que apuntábamos a su universalización y considerando que esa era la etapa siguiente”.
Ahora bien, recalcó que para él la PGU “es el cambio positivo más relevante”, ello porque “lamentablemente en 2020-2021 presenciales una reforma de pensiones encubierta de carácter negativo: los retiros de fondos de pensiones”.
“Se tradujeron y traducirán en caídas en los montos de pensiones de más del 30%. Es un cambio importante de magnitud enorme”, manifestó.
En ese sentido, insistió en que “avanzar hacia la PGU es un camino en la dirección correcta, que, no obstante, debe ser acompañado del fin de los retiros de pensiones, para luego avanzar al resto de la reforma de pensiones pendiente”.
Por su parte, José Acuña, economista senior del Observatorio del Contexto Económico UDP, coincidió en que la PGU “es el hito más grande en cuanto a pensiones desde la creación del Pilar solidario” y que está en línea con las recomendaciones de la OIT respecto lograr establecer un puso de protección social para las personas de mayores necesidades.
“Una vez establecido este piso, se pueda trabajar y buscar niveles de protección más elevados para el mayor número de personas posible en el menor tiempo posible”, agregó.
Por otra parte, recalcó que “un quinto retiro desde mi punto de vista no se justifica en el sentido de que las condiciones en las que en este minuto nos encontramos no son las de restricciones debido a cuarentena, que en el fondo uno podía decir que las personas no podían generar ingresos o trabajar, por tanto, necesita ese dinero”.
“Esto, además de las consecuencias negativas tanto de corto plazo, como la inflación o el efecto en el mercado de capitales, y también los efectos de mediano y largo plazo. Esto se va a ver reflejado en el deterioro de las pensiones al reducir el monto de los ahorros previsionales de las personas“, añadió.
Mientras que la presidenta de la Asociación Gremial de Asesores Previsionales (Agap), Lientur Vergara, sostuvo que con la PGU “subimos un peldaño más” en la búsqueda por mejorar las pensiones en Chile.
Vergara recordó que, con este beneficio, quienes ya reciben aportes previsionales del Estado solo obtendrán un complemento para llegar a los $185.000. Por ejemplo, los beneficiarios de Pensión Básica Solidaria, hoy fijada en $176.096, recibirán por PGU la suma de $8.904.
Este mecanismo es un “premio al ahorro”, aseguró, ya que las personas con mayor pensión autofinanciada tendrán un mayor aporte. “La clase media será la más beneficiada con esta ley y lo aplaudimos porque estas personas habían sido postergadas pese a su esfuerzo en ser activos en el sistema previsional, en ahorrar mes a mes”.
Por último, la presidenta de Agap pidió no seguir postergando una reforma profunda al sistema de pensiones. “La PGU es una gran noticia para muchos chilenos y chilenas, pero no podemos olvidar que tenemos una reforma pendiente. Esto no se acaba aquí”.
Fuente: Emol.com