Más allá de los efectos de la guerra comercial, una posible desaceleración en China había sido uno de los temores más presentes de los inversionistas. Pero las últimas cifras publicadas por el gigante asiático disiparon las preocupaciones.
El crecimiento de China en el primer trimestre de este año llegó a 6,4% con respecto al mismo período en 2018, mientras que las expectativas del mercado lo ubicaban en 6,3%.
Los datos económicos que impulsaron a la segunda economía del mundo estuvieron relacionados con el comercio, cuyas ventas se expandieron 8,7% (mercado proyectaba 8,4%), y la actividad industrial que subió 8,5%, muy por sobre el 5,6% que se proyectaba.
Desde el mercado ven estos números como efecto de las medidas de estímulo que ha llevado a cabo la administración de Xi Jinping.
“Las medidas que han implementado tanto el gobierno como el banco central, que han incluido recortes de impuesto y mayor acceso al crédito para las empresas, habrían logrado tener un impacto en la economía real”, destacó BICE Inversiones en un informe.
Si bien durante la mañana de ayer –por las diferencias horarias, los datos chinos se publicaron en la noche del lunes– los mercados tuvieron una buena reacción, las noticias no fueron suficientes como para inspirar grandes movimientos accionarios y los resultados al cierre fueron moderados.
Metales y Shanghai
Situación distinta vivió el precio del cobre, cuyo mercado reaccionó con entusiasmo. Los precios del metal tienden a moverse al son de las noticias de China, principal consumidor del commodity a escala global.
El metal se apreció un 0,76% hasta los US$ 2,9524 por libra en la Bolsa de Metales de Londres, su mayor valor en casi cuatro semanas, mientras que los contratos futuros a todos los plazos se elevaron en torno a un 1% en el mercado de commodities de Nueva York.
Si bien los movimientos fueron más moderados en los mercados chinos, de todos modos fue positivo. Tras una subida de 0,36% en el renminbi, el dólar en Shanghai llegó a su menor nivel en siete semanas, mientras que el CSI 300 –índice que agrupa a las mayores acciones de las bolsas de Shanghai y Shenzhen– subió sólo 0,04%.
Donde el efecto se notó más fuerte fue en el riesgo país de China. El spread de los CDS en dólares a cinco años, utilizado para medir el riesgo de default de un país, cayó a mínimos de mayo de 2008, reflejando una mayor confianza en las finanzas del país.
Eso sí, el entusiasmo no se contagió a otros mercados. En Wall Street, las preocupaciones en torno al sector salud llevaron al S&P 500, el Dow Jones industrial y el Nasdaq compuesto a terminar la jornada en números rojos, movimiento replicado por la mayoría de las bolsas latinoamericanas. Sólo el IPC mexicano y el S&P/CLX IPSA lograron ganancias.
En el caso del selectivo nacional, se apreció un 0,27%, impulsado por el salto de más de 3% en SQM y un alza de 1,33% en Cencosud.
FUENTE DF.CL