- Este lunes, el metal rojo cerró en US$4,50 la libra, su mayor cotización desde el 22 de abril de 2022. Además, en lo que va del año ha subido 17,9% pasando de US$3,82 a US$4,5 la libra. El precio promedio entre enero y el 29 de abril es de US$3,93 la libra. Los expertos afirman que hay un cambio estructural y, por lo mismo, proyectan que el valor del metal estará entre US$4 y US$4,3 la libra.
Las perspectivas de crecimiento para este año se fueron ajustando al alza. Si antes de conocer las cifras de Imacec de enero (2,3%) y de 4,5% en febrero el mercado esperaba que el Producto Interno Bruto (PIB) Se ubicara más cerca de 2%, ahora, esa expectativa subió a un rango entre 2,5% y 3%. Pero no sólo esa variable es la que está mejorando, ya que las proyecciones para el precio del cobre también están registrando correcciones al alza.
¿Pero qué alimentan esta visión más optimista? Un factor que lo explica es que este lunes el precio del cobre cerró en US$4,50 la libra, su mayor nivel desde el 22 de abril de 2022. Además, en lo que va del año su precio ha subido 17,9% pasando de US$3,82 a US$4,5 la libra y el precio promedio entre enero y el 29 de abril es de US$3,93 la libra.
Este precio es mayor a las proyecciones que ha hecho Hacienda. En octubre pasado, para la presentación de la Ley de Presupuestos, el gobierno proyectó US$3,88 la libra, y luego en febrero lo bajó a US$ 3,85 la libra. Por su parte, el Banco Central, en su Informe de Política Monetaria de marzo lo fijo en US$3,85.
Todo este mejor escenario llevó a que los expertos que siguen la evolución del cobre comenzara a mejorar sus estimaciones.
Juan Cristóbal Ciudad, analista de mercados de Plusmining, sostiene que su proyección actual del precio del cobre para 2024 fue ajustada al alza en diciembre pasado hasta los US$4 por libra. “Constantemente es evaluada de acuerdo con los nuevos acontecimientos en la industria y economía en general, y es probable que sea ajustado al alza en un futuro próximo dependiendo de la evolución de sus fundamentos”, puntualiza.
El economista de Libertad y Desarrollo, (LyD) Tomás Flores, también tiene en su escenario base una proyección de US$4 la libra. Misma previsión es la que entrega Reinaldo Salazar, subgerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami): “Inicialmente estimábamos un valor cercano a US$3,9 la libra, pero con este nuevo escenario de precios podemos ser un poco más optimistas y proyectar un valor cercano a US$4 la libra”.
Si a fines de año, el precio cierra con un valor promedio de US$4 la libra y como la última proyección de Hacienda es de US$3,85, el fisco tendría del orden de US$400 millones extras.
Un poco más arriba está la proyección de Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), quien espera que el precio registre un promedio de US$4,3 la libra. Y Álvaro merino, director Ejecutivo Núcleo Minero tiene como escenario base un precio entre US$4,2 y US$4,3 por libra.
En caso, si el valor promedio de US$4,3 en el escenario optimista, los mayores ingresos fiscales serían del orden de US$1.200 millones, es decir, entre 0,3% y 0,4% del PIB.
¿Cómo se llega a este cálculo? Juan Ortiz explica: “Según el Informe de Finanzas Publicas del cuarto trimestre de 2023, un cambio de US$ 1 centavo del precio del cobre, generaría un cambio de US$ 17,8 millones en los ingresos efectivos en el caso de Codelco en 2023. Mientras que para la GMP10 seria del USD 10,1 millones”, es decir, en torno a US$28 millones.
¿Cambio estructural?
¿Estamos frente a un nuevo súper ciclo del precio del cobre? ¿hay un cambio estructural en el mercado del metal rojo? Esas son las dos principales preguntas que aparecen a la hora de analizar la evolución que ha tenido el precio del cobre este 2024.
La mayoría de los expertos consultados explican que es un cambio estructural lo que se está produciendo en el mercado del cobre. “Actualmente se estaría entrando a un ciclo de alza relacionado con la demanda para usos en electromovilidad, en un contexto en que la oferta o producción de mina tiene dificultades para cumplir con los planes de producción. Ambos son factores de carácter más bien estructural para la industria, apoyando un ciclo de alza en el precio eventualmente hasta finales de la década, entre otros factores como los mayores costos de producción”, comenta Ciudad.
Salazar detalla distintos factores que son de carácter estructural: lo primero que dice es que en lo que respecta a la oferta, “se han observado dificultades significativas en la cadena de suministro. Codelco, la principal empresa productora de cobre a nivel mundial, ha experimentado una serie de caídas en su producción. Además, el cierre de la mina Cobre Panamá ha reducido la disponibilidad del metal rojo, generando costos de tratamiento negativos en las fundiciones chinas”. Como segundo elemento destaca que “la reciente oferta por US$40 mil millones de BHP por Anglo American también ha contribuido a este panorama. Este movimiento estratégico destaca la importancia crítica del cobre y refuerza la posición de BHP como proveedor líder en un momento en que el metal, que juega un papel crucial en la transición energética global, enfrenta problemas de suministro. Se estima que BHP sería responsable de alrededor del 10% de la oferta mundial de cobre, de concretarse la posible transacción”.
En tanto, por el lado de la demanda, menciona que “la urgencia de cumplir con los plazos establecidos para la descarbonización del planeta, así como la creciente transición hacia fuentes de energía renovable, y el desarrollo de nuevas tecnologías como vehículos eléctricos, basadas en inteligencia artificial y automatización, han aumentado la necesidad de contar con suministros de cobre. Además, los acuerdos para reactivar la actividad en los sectores inmobiliario y de construcción en China, que han estado ralentizados, hacen que el mercado observe un aumento potencial en la demanda futura del metal”.
En suma “la combinación de problemas en la oferta y un aumento en la demanda debido principalmente a los imperativos de la transición energética ha llevado al precio del cobre a alcanzar niveles no vistos desde hace 2 años”, resalta Salazar.
Merino añade que “las perspectivas de escasez debido a la creciente demanda impulsada por la electromovilidad y el desarrollo de las energías limpias, por cierto, que marcan un cambio de tendencia en la cotización del cobre”. En ese sentido, prevé que “se estima que a mediano plazo y, particularmente hacia fines de la década, la demanda crecerá fuertemente debido a la electro movilidad, estimándose se van a producir del orden 50 millones de vehículos eléctricos que van a demandar 3 millones de toneladas adicionales de cobre, a lo que se agrega el impulso de las energías limpias que van a requerir otros 3 millones de toneladas de cobre”.
En tanto, sostiene que la oferta considerando los proyectos actuales y el ingreso de nueva producción “no estaría en condiciones de satisfacer ese relevante incremento de demanda”. Entre los factores que explican la menor oferta, Merino señala que uno de ellos es la disminución “en las leyes del cobre, lo que es muy relevante por cuanto hace más onerosa la explotación, debido a que para producir la misma cantidad de cobre se requiere mover más material, a mayores profundidades y a más extensas distancias, lo que por cierto impacta en los costos, incrementándolos”
Otra causa es el aumento de recursos para inversión: “En las últimas décadas ha sido creciente el monto de recursos necesarios para producir una tonelada de cobre y no se aprecia que en el futuro cambie esta tendencia. Asimismo, diversos estudios muestran que el monto real invertido es sustancialmente superior al proyectado inicialmente, estimándose un 35% más en los proyectos Brownfield y 50% en los Greenfield”.
El académico de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, también ve razones estructurales: “Los costos de explotación no han bajado, no ha habido tecnologías que irrumpan para quebrar esta tendencia alcista, y no parece que vaya a aparecer. Estamos frente a un panorama en que es más caro construir nuevas minas y eso es lo que está premiando el mercado”.
Ortiz refuerza el análisis: “El mercado estimado que existe un déficit de oferta de cobre en los próximos años, en medio de un crecimiento esperado de la demanda asociado al uso de cobre en la transición energética, al ser este producto uno de los mejores conductores de electricidad. Es decir, las señales de mercado reflejan una razón estructural y no solo cíclica del alza del precio”.
Fuente: La Tercera