¿Te suele pasar que vas caminando por la calle y de pronto ves a un gato y no puedes controlar las ganas de hablarle y acariciarlo? ¿te ocurre lo mismo pero con un perro? ¿o con ambos?, pues este amor y fascinación por estos animales domésticos refleja mucho de nuestras personalidades.
Un estudio publicado en el portal LiveScience explica que la personalidad de quienes aman a los perros es muy distinta a la de los ‘catlovers’.
En este estudio se investigó a un grupo de personas con gusto por ambos animales; quienes tenían inclinación por los perros se mostraron más sociables y tenían orientación a seguir reglas, características que, por lo demás, son propias de este animal en particular.
Por su parte, las personas que tenían afinidad con los gatos, eran más introvertidas y sensibles, un tanto inconformistas y no tan dóciles para seguir órdenes.
Lo que sorprendió fue que los amantes de los gatos obtuvieron mejor rendimiento en las pruebas de conocimiento que se les aplicaron, por lo que se declararon más inteligentes.
¿A qué se debería esto?
Según la investigadora Denise Guastello de Carroll University en Waukesha, esto se debería a los entornos que prefieren ambos animales. El perro va a necesitar salir a pasear, y en ese ambiente interactúan generalmente. En cambio, los gatos al ser más caseros, lo más probable es que el dueño sea más reservado, esté en casa leyendo un libro o en otras actividades hogareñas.
El psicólogo Stanley Coren en su artículo publicado en Psychology Today, explicó que en la naturaleza “los gatos suelen ser cazadores solitarios y, a menudo, están activos principalmente durante la noche. Y solo muestran interés por los juegos unos escasos minutos”.
Por el contrario, agregó que: “Nuestros perros domésticos conservan esta necesidad de interacción social, se inmiscuirán en las actividades de una persona si se sienten solos y quieren compañía o juego incluso por horas”.
Ahora bien, ¿cuál de estos animales tiene más fans?
Cierto es que tanto los perros como los gatos brindan compañía y felicidad a los dueños, pero según el psicólogo Stanley Coren en un artículo recientemente publicado, demostró que “los perros son más satisfactorios emocionalmente y también son los más universalmente preferidos“.
“Por ejemplo, entre los dueños de mascotas estadounidenses, los perros son llevados al veterinario dos veces más que los gatos (aunque no existe una justificación médica para esta diferencia)”.
Además afirma que “existe una inversión emocional en perros ya que tienen más probabilidades de recibir atención preventiva, como vacunas, exámenes físicos regulares, y tratamiento dental. También son más propensos que los gatos a recibir alimentos de primera calidad, golosinas y regalos especiales”.
Una de las razones que utiliza para fundamentar su afirmación es la influencia de la propiedad psicológica. “Hay una idea colectiva de que ‘los perros tienen dueños y los gatos tienen personas’ lo que indica que sentimos que los perros nos pertenecen, mientras que los gatos tienen una relación más distante y apática con nosotros”, explicó.
Y tú, ¿estás de acuerdo? ¿prefieres a los gatos o a los perros?
Fuente: BioBioChile