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Profesor Gustavo Lagos de la Universidad Católica fue categórico: “Paipote es la fundición de cobre más pequeña de Chile y una de las menos productivas del mundo.”

  • Nostálgica conversó  con el especialista, donde señaló que la Fundición Hernán Videla Lira debe ser cerrada y que distintos gobiernos no se han atrevido a hacerlo.

Recientemente, en La Tercera, se publicó una columna de opinión de don Gustavo Lagos, Profesor Titular Departamento de Ingeniería de Minería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la cual realizó un profundo análisis de la situación en la cual se encuentra la Fundición Hernán Videla Lira, conocida habitualmente como Paipote.

En su escrito, el profesor menciona de manera categórica que dicha fundición es “Paipote es la fundición de cobre más pequeña de Chile y una de las menos productivas del mundo.”

Para poder abordar el tema, Nostálgica se puso en contacto con el profesor Lagos, para consultarle sobre sus dichos, los cuales reafirmó:

Otro de los aspectos que destaco Gustavo Lagos fue lo relativo a lo medioambiental, refiriéndose a las emisiones de anhídrido  sulfuroso, y las pérdidas que ha tenido ENAMI con el funcionamiento de Paipote:

Lagos fue consultado respecto de la perspectiva del mundo de la pequeña minería, ya que recientemente tanto los sindicatos de pirquineros de la región como el propio Gobernador Regional, Miguel Vargas, habían destacado el rol social que debería tener ENAMI en Atacama, ante lo cual el profesor explicó la diferencia entre el rol de la Empresa Nacional de la Minería y la misión que debe tener la fundición:

“El Estado no puede tener bienes productivos que sean deficitarios”, mencionó el Profesor Gustavo Lagos, explicando que por ejemplo, la salud, la educación o las pensiones son servicios, pero no en el caso de la Fundición Hernán Videla Lira.

En el tema de lo medioambiental, Gustavo Lagos, indicó que luego del cierre de Fundición Ventanas por razones de contaminación, la mirada ahora se pone sobre Paipote, pero “no se atreven a cerrarla” por razones de historia, ya que fue fundada en la década del 50, pero lo que hay que sopesar en este escenario la salud de la población en Copiapó y Tierra Amarilla.

Por último, el profesor Gustavo Lagos comentó que como alternativa, la única salida que ve factible pasaría por construir una nueva fundición, en las cercanías del borde costero y con tecnología de punta, que ya existe disponible en otros lugares del mundo y con muy buenos resultados, tanto de productividad, como de protección del medioambiente.

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