El aumento, precisa el estudio “Proyección de consumo de agua en la minería del cobre 2019-2030”, responde al crecimiento productivo que tendrá el sector cuprífero en el decenio, en que la estructura productiva se volcará a los sulfuros, que son más intensivos en la utilización de agua, y tendrá mayores leyes de mineral, que también demanda más agua por tonelada.
El informe, que establece que al 2030 el consumo de agua nacional de mar aumentará 156% respecto a 2019, señala que desde el punto de vista del agua continental, todas las regiones mantienen una tendencia estable para la próxima década. Sin embargo, Antofagasta presenta una disminución en los próximos años, por el uso de agua de mar. A nivel porcentual se espera que el uso de agua de mar para el 2030 sea de un 65% en la región, lo que equivaldrá a 7,6 m3/seg.
Otras estadísticas detallan que en 2019 el 42,3% (3,9 m3/seg) del agua utilizada por la minería de cobre era de mar. Mientras que en 2020 se espera que ese porcentaje alcance el 44.3% (4,3 m3/seg).
El estudio de Cochilco especifica que en el caso de Antofagasta, las operaciones que actualmente utilizan agua de mar son Minera Escondida, Centinela, Antucoya, Michilla (operativa desde febrero de 2019), Mantos de la Luna, Las Cenizas Taltal, planta J.A. Morenos de Enami y Sierra Gorda.
Por otra parte, existen proyectos que planifican el uso de este recurso entre los que se encuentran una posible nueva ampliación de la planta desalinizadora de Escondida; la actualización de Esperanza y su posterior extensión de red para abastecer el proyecto Encuentro; la concentradora de El Abra Project y Spence Growth Project, en proceso de puesta en marcha durante 2020. Mientras que la planta desalinizadora del Distrito Norte de Codelco, reinició su licitación, que se extendería por 24 meses.
Insumo Clave
El informe, que la Comisión realiza todos los años, destaca que el agua de origen continental es un recurso escaso, que no solo es considerado una limítate hidrológica, también se trata cada vez en mayor grado, de un problema económico que podría restringir el desarrollo de la mayoría de las actividades industriales. De ahí la relevancia de esta investigación.
En ese contexto, la analista de Cochilco, Rosana Brantes, explicó que el alza en el consumo de agua “se debe a causas estructurales como el agotamiento de los minerales lixiviables y por el mayor tratamiento de concentrados lo que requerirá el uso de más agua. También al envejecimiento de las minas, la caída en las leyes de minerales, lo que implica mayor mineral a procesar”, explicó.
Respecto a la extracción de agua continental, el estudio se refiere a las extracciones provenientes de aguas superficiales como lluvias, escorrentías, embalses superficiales, lagos, ríos y aguas subterráneas, como las alumbradas y acuíferos, y adquiridas por terceros. En segundo lugar, el agua de mar se refiere a aquellas desalinizadas o utilizada directamente en el proceso (planta de impulsión).
Fuente: portalminero.cl