Julio arrancó ajetreado para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). Primero, comenzó a regir la alza al salario mínimo a $500 mil en el país y, además, entró en vigencia el decreto que generará una primera alza en las cuentas de la luz.
Medidas que se suman a la implementación a la reducción de la jornada laboral en el marco de la entrada en vigencia en abril de la ley de las “40 horas”.
Con este escenario es que desde distintas organizaciones emprendedoras han manifestado que están pasando por una situación “muy difícil” y que la carga se está volviendo cada vez más pesada para las empresas de menor tamaño.
Frente a estas presiones, las pymes acusan que no son escuchadas ni tampoco son prioridad para las autoridades. Incluso, apuntan a la ausencia del Ministerio de Economía, asegurando que deben recurrir al Ministerio de Hacienda para ser tomados en cuenta.
Los descargos
El presidente de la Multigremial Nacional, Juan Pablo Swett, aseguró que de casi del millón de chilenos que gana el salario mínimo, cerca de 900 mil trabaja en una pyme, donde las ventas han caído más del 30%.
“Sumado a alza de tarifas eléctricas y deudas, veremos despidos y quiebras en pequeñas empresas”, manifestó.
Además, apuntó al bajo crecimiento de 1,1% que registró la economía en mayo, señalando que “con un Imacec muy por debajo de los pronósticos, sumado a los bajos subsidios del Gobierno, se hace insuficiente para el sector que debe asumir en un 90% el alza a $500 mil”.
“Por lo mismo, proyectamos que el alza (de las tarifas eléctricas) podría traer consecuencias negativas para los emprendedores, como despidos y quiebras de pequeñas empresas”, insistió. En la asociación afirman que los subsidios son insuficientes con los niveles de endeudamiento que hoy tienen las pymes.
En tanto, Jorge Welch, presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), dijo a Emol que “si bien han habido algunas señales positivas como el control de la inflación, la suma del alza de las cuentas de luz, la implementación de un salario mínimo mayor y reducción de la jornada laboral, si bien son graduales, siguen siendo una carga muy pesada para miles de empresas que recién están tratando de levantarse. Difícil pensar que no les pondrá la pista aún más difícil”.
Mientras que Héctor Sandoval, líder de Conapyme, remarcó que las pymes “podrían haberse adecuado a una de las medidas que se están tomando en el último tiempo, pero cuando se acumulan estas medidas que encarecen los costos, sin duda es una situación muy compleja”.
Según dijo, primero se partió con las 40 horas, donde hubo que “adecuar las jornadas, jornadas que duraban hasta la medianoche, y ahora duran hasta las 20.00 horas porque todo el mundo se esconde, producto de la delincuencia”.
Respecto del salario mínimo, Sandoval enfatizó en que, desde que asumió el actual Gobierno, se ha incrementado “un 42%, y no es el tema de las 811 mil personas que ganan el sueldo mínimo, sino que todos los que están sobre ese rango, con justa razón, solicitan aumento en su renta en la misma proporción”.
“Entonces, aumentar los costos de todos los trabajadores en un 42%, cuando la economía no está bullante, es una tremenda complejidad, y ahí llega el minuto en que hay que analizar si continuar operando en la legalidad o simplemente pasar a la informalidad. Eso ha quebrado a muchas pymes”, aseguró.
Frente al alza de la luz, comentó que “que no tiene una gradualidad adecuada, va a afectar mucho a las pymes, esencialmente porque no pueden ser clientes libres”.
“Ahora no sabemos si siendo clientes libres van a tener también la fuerza necesaria como para negociar con las distribuidoras de electricidad. Y lo que anuncia el gobierno, ampliar el subsidio, está hablando de las personas, no está hablando de las pymes, por lo tanto, nuevamente están dejando solas a las pyme”, concluyó.
Por lo tanto, dijo, “estamos pasando por un minuto muy complejo, demasiado complejo, y tenemos un Ministerio de Economía sordo que no se preocupa efectivamente de los problemas de las pymes, y muchas veces tenemos que llegar hasta el Ministerio de Hacienda para poder ser escuchado. Eso es muy complejo para la economía de un país”.
Propuestas por “tarifazo”
Por otro lado, la Multigremial Nacional, la Asociación de Eventos de Chile(Asevech) y la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), pusieron sobre la mesa cuatro propuestas para paliar los efectos del aumento de las tarifas eléctricas sobre las pymes.
Para aquellas empresas con tarifa BT1 (bajo consumo energético) se propone un subsidio que tome el 95% del alza de la tarifa el primer mes y que vaya disminuyendo mes a mes hasta que en el mes 12 se subsidie el 5% del alza.
“De esta forma, al cabo de un año el subsidio desaparecería, pero cumpliría el trascendental objetivo de permitir a las mipymes ajustar sus precios en forma progresiva, enfrentar el shock y hacer más eficiente el gasto”, señaló el documento con las propuestas.
También se plantea disminuir la hora punta para aquellas firmas con tarifas BT y AT 2, 3 y 4. Actualmente la hora punta comprende cuatro horas diarias, desde las 18.00 horas hasta las 22.00 horas de lunes a viernes y entre los meses de abril a septiembre.
“Este gasto representa aproximadamente el 25% de la cuenta de la luz y castiga a aquellas mipymes
que trabajan con mayor intensidad en servicios nocturnos y que no pueden evitar este gasto”, como hoteles, centros de eventos, restaurantes, algunas ramas de la agricultura, peluquerías y el comercio, indicó.
Un tercer punto dice relación con incentivos para la inversión en generación fotovoltaica, lo que puede ser “un buen camino para mitigar el impacto del alza de las tarifa”.
“Para muchas empresas que trabajan cuando el resto descansa, significaría inyectar energía en horas
de alto consumo al sistema, pudiendo medir esa energía aportada, la que podría ser usada como ‘crédito a favor’ al consumir”, añade el documento.
Así, plantean financier esto a través de la activación de fondos Corfo y créditos blandos por parte de BancoEstado.
Por último, proponen avanzar hacia la libertad de elección de suministrador de energía, lo que permitiría a “los clientes migrar del régimen regulado al libre, elegir
suministros de carácter renovable, tener previsibilidad presupuestaria y acceder a precios más
competitivos. Establecer procesos de cotización, comparación y compra es una práctica común en
todas las empresas de nuestro país en diversos ámbitos”.
FUENTE EMOL
