Durante el peak de la pandemia, los chilenos se preocuparon de abastecer sus despensas con productos no perecibles y de aseo.
· Muchas personas, denominadas como “autoempleadas” compraron grandes volúmenes de productos, para luego revenderlos en redes sociales o ferias.
Sin duda el 2020 fue un año especial que cambió el comportamiento habitual de un alto porcentaje de la población debido a la pandemia del Coronavirus y a las cuarentenas impuestas para enfrentarla. En materia de consumo, chilenos y chilenas modificaron dramáticamente la composición de su canasta de compras mensuales, agregando y eliminando productos, para acomodarse a las nuevas necesidades. Los cambios en los hábitos de consumo también se expresaron en la forma y en el destino de las compras. Así lo demuestran los datos entregados por La Caserita -distribuidora mayorista de alimentos y abarrotes para almacenes y clientes finales- desde donde señalan que hubo un aumento en el e-commerce y surgió la reventa de productos.
De acuerdo a Yerko Luksic, gerente Comercial de la empresa, durante el peak de la pandemia -entre los meses de junio y julio- “los productos más vendidos fueron los artículos de aseo personal y del hogar, como desinfectantes en aerosol, cloros, papel higiénico y, en el caso de los alimentos, hubo una fuerte venta de conservas”. Esta alza, según Luksic, se puede explicar debido a que las personas vieron cambiada su rutina, debiendo pasar más tiempo en sus casas realizando teletrabajo, además de existir una mayor preocupación en la limpieza e higiene durante ese periodo para evitar contagios por el Covid-19”.
Por otro lado, una de las categorías más afectadas durante el peak de la pandemia fueron los productos utilizados para colaciones escolares, ya que las clases se impartieron de forma online, así “los jugos en caja y las galletas se adquirieron en menor porcentaje. Además, se impuso la tendencia de comprar los productos en grandes volúmenes para abastecerse a largo plazo; esto pasó con los almaceneros y los clientes finales”.
Un fin de año diferente
Si bien la pandemia cambió el comportamiento de los chilenos, para fin de año las cosas volvieron un poco a la “normalidad”, sobre todo después de que se empezaran a levantar las restricciones. Según Luksic, para Navidad, los dueños de almacenes “demandaron productos considerados como oportunidad para comerciantes, como papel higiénico, detergentes en polvo y jugos, además, artículos de interés para clientes finales como perfumería y cosméticos, los cuales se entiende que aumentaron sus ventas debido al término de las cuarentenas”.
También hubo un aumento en la venta de productos como las mascarillas certificadas, que mantienen una alta demanda por parte de los clientes.
Por otro lado, sorprendentemente, una de las categorías menos vendidas fue la de abarrotes, ya que los clientes en estas fechas, sostiene Lukisc “desvían su atención de artículos de primera necesidad, además de contar con dichos productos en sus despensas gracias a las canastas de fin de año”.
Otro de los fenómenos que llamó la atención es que, durante la pandemia, se vio un incremento de “compradores denominados autoempleados, dedicados a la venta informal, quienes se vieron forzados por la crisis sanitaria a comprar y revender los productos de manera ambulante y en redes sociales”.
Por último, se observó un cambio en la forma en que las personas compran: durante 2020 los clientes finales hicieron un mayor uso del canal e-commerce, llegando a registrarse periodos con aumentos de hasta un 100% comparados con similares fechas de 2019.
Fuente: Vital comunicaciones.