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¿Qué es y cómo enfrentar con éxito el síndrome “postvacacional”?

Las empresas y sus empleados enfrentan retos al volver de las vacaciones. ¿Cuál es la mejor manera de vencer la inercia del regreso?

Al finalizar las vacaciones, volver a la rutina después de un largo descanso puede resultar más complicado de lo que parece. Para algunos, es un verdadero choque; para otros, una especie de resaca emocional. Pero, ¿qué señales delatan que un trabajador podría estar enfrentando esta situación?

Rodrigo Gorostiza, gerente de marketing de Trabajando.com, señala que la transición tras un periodo de vacaciones puede generar ansiedad debido a la acumulación de tareas pendientes y a la necesidad de readaptarse al ritmo laboral. Por su parte, Camila Morales, fundadora y CEO de aBanza -consultora que apoya a organizaciones a identificar, medir y mejorar sus impactos sociales y ambientales-, destaca que, más allá de la productividad, el retorno debe ser tratado como una oportunidad para reconectar a los empleados con el propósito de la organización.

Entonces, ¿cómo lograr que el regreso al trabajo sea menos abrumador y más motivador? Los expertos coinciden en que tanto las empresas como los empleados tienen el deber de tomar acción en este proceso. Desde políticas organizacionales hasta estrategias individuales, hay herramientas prácticas que pueden marcar la diferencia.

Los desafíos del regreso: Reconociendo el síndrome “postvacacional”

Rodrigo Gorostiza explica que uno de los principales problemas tras las vacaciones es la disminución de la productividad inicial. “Los trabajadores suelen sentirse desorientados o desconcentrados al volver al trabajo, lo que puede generar ansiedad o estrés ante la carga de pendientes acumulados o las tareas inmediatas que requieren atención”, señala.

El “síndrome postvacacional”, que se manifiesta en forma de desmotivación, fatiga y baja productividad, no debe tomarse a la ligera. Gorostiza explica que identificarlo requiere observar cambios en el comportamiento laboral, como disminución del rendimiento o aumento del absentismo. Para abordarlo, sugiere implementar programas de apoyo como sesiones de coaching, asesoramiento y políticas de flexibilidad laboral.

Morales recomienda realizar “check-ins regulares” -reunión breve y estructurada para mantener a los equipos conectados y alineados- para evaluar el estado anímico del equipo y brindar apoyo. “Reconocer que no todos los días serán perfectos y fomentar espacios de diálogo ayuda a construir un ambiente laboral comprensivo y alineado con el bienestar de las personas”, asegura.

Estrategias empresariales para el regreso

Ambos especialistas coinciden en que enfrentar estos desafíos demanda atención tanto en la planificación como en el bienestar individual y grupal. Para facilitar la transición de regreso al trabajo tras las vacaciones, ofrecen una serie de recomendaciones para las organizaciones:

Planificar una primera semana más ligera: Las empresas pueden programar tareas menos exigentes y permitir un tiempo adicional para que los empleados se organicen, revisen correos electrónicos y retomen el flujo de trabajo. Esto evita una sobrecarga inmediata y permite que los trabajadores se adapten gradualmente al ritmo laboral.

Fomentar la comunicación abierta: Crear espacios donde los empleados puedan expresar sus inquietudes, dificultades o necesidades al reincorporarse es esencial. Esto puede incluir reuniones individuales o grupales para identificar posibles barreras y ofrecer apoyo personalizado.

Organizar reuniones de reconexión: Reuniones breves al inicio del regreso ayudan a que los equipos se actualicen sobre los avances durante las vacaciones y reconecten con los valores y objetivos del grupo. Esto refuerza el sentido de pertenencia y motivación.

Proveer actividades de integración y fomentar un entorno flexible: Realizar dinámicas de equipo o talleres que promuevan el bienestar personal y laboral fomenta un ambiente positivo. Estas actividades ayudan a aliviar el estrés y a reestablecer vínculos entre los colaboradores. Adicional, se debe ofrecer opciones como días híbridos o jornadas reducidas durante la primera semana permite un regreso progresivo al trabajo. Esto minimiza el impacto de adaptación y mejora la productividad a largo plazo.

El valor del descanso adecuado

Para los especialistas en recursos humanos, el descanso durante las vacaciones influye directamente en el regreso al trabajo. Un periodo de desconexión real permite recargar energías y fomenta una actitud positiva al retomar las responsabilidades. “Descansar bien no es un lujo, es una necesidad. Un regreso más fácil y productivo empieza con un tiempo de desconexión bien aprovechado”, recalca Morales.

Por lo mismo, Gorostiza insiste en que quienes logran desconectarse completamente del trabajo suelen reincorporarse con mayor concentración, resolución de problemas y creatividad. Esto resalta la importancia de respetar las vacaciones como un derecho fundamental y no solo como un beneficio laboral.

En tanto, el vocero de Trabajando fue enfático en explicar que la responsabilidad de un buen retorno a la rutina laboral también recae en los trabajadores, quienes pueden adoptar hábitos que faciliten su reintegración. Gorostiza recomienda organizar las tareas pendientes con prioridades claras, establecer rutinas saludables y mantener una comunicación constante con supervisores para ajustar expectativas.

Finalmente, Morales sugirió a los empleados “reconectar con el propósito del trabajo, ya que puede transformar la sensación de rutina en una oportunidad para generar valor”.

Fuente: Emol

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