El Banco Central recortó hoy con fuerza sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto para todos los años hasta 2021, siguiendo el violento impacto que están mostrando los números de actividad por los daños ocasionados en el marco del estallido social que comenzó el 18 de octubre, y también alertó sobre dos trimestres de caídas del PIB y un desplome en la inversión el próximo año.
Al dar a conocer su Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, el instituto emisor dijo que espera un crecimiento de sólo 1% para 2019, de 0,5%-1,5% para 2020 y de 2,5%-3,5% para 2021. En el anterior documento, de septiembre, el Banco Central había anticipado expansiones de 2,25%-2,75% para 2019, de 2,75%-3,75% para 2020 y de 3,0%-4,0% para 2021.
Además, admitió una contracción en las cifras trimestrales de aquí a marzo, es decir, lo que algunos consideran una recesión técnicas en las mediciones año a año, pero no en la comparación trimestre contra trimestre: “El mal desempeño en el último trimestre del 2019 entrega un bajo nivel de partida para la economía en el 2020. De hecho, aunque se estima que trimestre a trimestre vuelva a crecer, su tasa de variación anual nuevamente sería negativa en el primer trimestre del próximo año”.
En octubre, el indicador de actividad Imacec se desplomó 3,4% interanual, una caída no visto desde 2009 por los efectos de la crisis subprime, y autoridades y economistas han anticipado que en noviembre se repetirá un derrumbe en la producción.
“La crisis social generó cambios importantes al escenario macroeconómico. Por lo pronto, ha afectado negativamente la actividad de corto plazo”, dijo el Informe. “Para noviembre, los antecedentes disponibles hacen prever que el desempeño de la economía sería afectado por la persistencia de dificultades para operar en las condiciones habituales, en especial por la extensión de los episodios de violencia y de diversos impedimentos al normal funcionamiento de la economía”.
Desplome en la inversión
En el mismo documento, el Banco Central redujo también sus estimaciones para la inversión, medida como Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), que tras expandirse 2,5% en 2019 pasaría a desplomarse 4,0% el próximo año y tendría una recuperación recién en 2021, para cuando anticipó un crecimiento de 3,2%.
“En cuanto a la inversión, su evolución esperada para el 2020 se corrige de forma importante, proyectándose una caída de 4% anual en el escenario base”, indicó.
“Ello responde a un descenso significativo de la inversión privada no minera. Esto es coherente con la mayor incertidumbre y el agudo deterioro de la confianza empresarial —como lo refleja el IMCE de noviembre—, los mayores costos que enfrentan las empresas en diversos ámbitos —entre ellos, el efecto de la depreciación del peso en el costo de la maquinaria importada—, y el deterioro de las condiciones financieras, incluyendo la caída de la bolsa y las alzas de tasas de interés y spreads corporativos”, sostuvo.
Fuente: latercera