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Se cumplen 11 años de aquella gesta, llena de historias, del rescate de los 33 mineros en Atacama

Este 13 de octubre se cumplen 11 años del rescate de los 33 mineros de la mina San José en la región de Atacama, que tuvieron a todos expectantes y esperanzados en que pudieran salir nuevamente a la superficie.

En un principio se había proyectado comenzar el rescate el día 12 de octubre, pero fue a las 00:10 minutos del día 13 que salió a la superficie el primer minero, Florencio Ávalos.

Casi una hora más tarde lo hacía Mario Sepúlveda, para luego sumarse también casi una hora después Juan Illanes. A las 03:09 de la madrugada fue el turno del único minero no chileno de salir nuevamente a respirar aire puro y fresco: Carlos Mamani.

Así, uno a uno, siempre en promedio entre 50 a 60 minutos, fueron sacados desde las profundidades todos los trabajadores siniestrados, luego de una larga espera, hasta que cerca de las 22:00 horas del mismo día 13 de octubre salió el minero número 33, Luis Urzúa, jefe de turno. Luego le siguieron los rescatistas que había bajado al fondo del refugio, por el orificio de la misma sonda que los pudo sacar nuevamente a la vida.

La cápsula Fénix fue la encargada de traer a estos trabajadores a la vida, junto a un grupo numeroso de expertos de todas las áreas y distintos países que estuvieron en algunas de las etapas del rescate. Tras la salida a la superficie, todos pensaron que se realizaría una especie de caravana con los mineros saludando al mundo, pero no fue así, ya que pasaron 48 horas en el Hospital de Copiapó, en observación y revisión de su estado de salud.

En conmemoración de aquella gesta, llena de historias, en horas de la mañana de este miércoles autoridades regionales realizaron un encuentro junto a los mineros en la comuna de Copiapó, lugar en el cual, Luis Urzúa, minero número 33, indicó que estar presente en este día, es una historia de vida relevante para todos los atacameños.  

Luis Urzúa – minero número 33

Desde ese momento, la historia de cada uno de estos hombres y sus familias cambió radicalmente. Algunos pudieron viajar, para contar la hazaña, otros aparecieron en programas de televisión, en cambio otros mantuvieron un perfil bajo, lejos de las luces y las invitaciones.

“A 11 años, la vida de nosotros ha sido muy difícil en la parte psicológica y en todos los ámbitos”, manifestó Mario Gómez, minero número nueve, quien, además indicó que aunque la empresa minera fue demandada, a la fecha quedan temas pendientes con respecto al desarrollo de la vida de estos mineros.

Mario Gómez – minero número nueve del rescate

La mina, que se derrumbó el 5 de agosto del año 2010, era propiedad de la empresa San Esteban y era reconocida por sus insuficientes medidas de seguridad y empresas estatales como Codelco, cuyos estándares de calidad son bastante altos y apenas un accidente, pero lamentablemente no se puede decir lo mismo de las pequeñas y privadas.

Codelco, en ese entonces, dirigió la operación de rescate y después de 17 días mediante una perforación se descubrió el  mensaje: “Estamos bien  en el refugio, los 33” . Después de esta gran noticia, pasaron 52 largos días, y finalmente, el 13 de octubre, con la ayuda del gobierno, la NASA y docenas de organizaciones de todo el mundo, los trabajadores fueron desenterrados por una grúa y la capsula Fénix.

Al respecto, el gobernador de Atacama, Miguel Vargas, indicó que hasta el día de hoy los 33 mineros no han recibido ningún beneficio por parte del Estado, quien, además señaló que el rescate representa un hecho histórico para Atacama y el Mundo.  

Miguel Vargas – gobernador de Atacama

La autoridad del Gobierno Regional Atacama, se comprometió en desarrollar un plan de trabajo en conjunto con los 33 mineros, con respecto a la iniciativa de la Fundación de la mina San José, actividad que se realizará el próximo 12 de noviembre.

“El espíritu del rescate se debe mantener vivo en la región de Atacama”, agregó Vargas.

Miguel Vargas – gobernador de Atacama

Hubo intentos de poder llegar a acuerdos, para poder contar “la historia oficial” del rescate, en las voces y testimonios de los mismos protagonistas, pero eso nunca se pudo cristalizar, debido a una infinidad de razones, lo cierto es que, aparte del derrumbe que casi les quita la vida, después sufrieron estafas, engaños, desilusiones y desencuentros, que quizás algún día los puedan llevar a reencontrase con sus historias reales.

Hoy cada uno de estos 33 mineros vive realidades distintas, algunos con secuelas de salud importantes, otros que supieron reinventarse, mientras que más el mundo sigue recordando el rescate más famoso de la historia de Chile y quizás del orbe.

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