Ante la desaparición de la influencer Catalina Gutiérrez, el acusado fingió no saber lo que había pasado e incluso abrazó a la mamá de la víctima.
Néstor Soto, el universitario acusado por el asesinato de la influencer argentina Catalina Gutiérrez confesó a la justicia cómo gestó el crimen que conmocionó a Córdoba en julio de 2024.
En su declaración, el imputado aseguró que tuvo una discusión con su amiga y compañera de universidad al interior de su departamento, luego de que ella le reprochara no haberla invitado a una reunión de amigos.
“Le dije que me iba a cambiar de ropa y me respondió ‘dale, cu… encima de que no me invitás ¿Te tengo que esperar?”, contó Soto, según consignó TN.
Posteriormente, el universitario agregó: “Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije ‘tomátela’. Ahí ella se enojó y me dijo ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’ y me dio una cachetada’”.
Tras ser increpado por su amiga, Néstor Soto aseguró que le dio un golpe. “Le dije ‘Cati, me fui a la mie… perdón’. Ella me dijo ‘pelotudo, me pegaste refuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”.
El testimonio del universitario que asesinó a su amiga
En medio de la pelea, el imputado aseguró que le aplicó una maniobra de estrangulamiento que dejó a la influencer inconsciente. “Ella estaba en el piso y me tocó el cuello, era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele, ahí arranco el Néstor Soto loco”.
“Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del ‘mataleón’. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha, en ningún momento paró ese estado de emoción”, detalló.
Según su declaración, cuando notó que su amiga estaba muerta, intentó pretenderse fuego junto al cuerpo, pero no lo logró. “No sabía qué hacer, iba y venía, me senté y no entendía que hacer”, dijo.
Posteriormente, tomó el cuerpo y lo subió al vehículo en el que se movilizaba Catalina y manejó hasta un descampado. “Frené en un lugar, no quería manejar más, me quería matar. Agarré el alcohol, lo tiré en el piso y también me lo tiré a mí. Prendí un fósforo y se empezó a prender despacito. Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar”.
Ante la desaparición de Catalina, el acusado fingió no saber lo que había pasado e incluso abrazó a la mamá de la víctima. “Se me acercó y me abrazó como consolándome a mí y a mí me daba asco, si yo lo hice. Me estaban tratando así y me daba asco, me sentía sucio”, confesó el universitario.
“Perdón por no haber tenido los huevos en el momento de decir que maté a una persona”, le dijo a los padres de la víctima.
Además, aseguró que confesó el crimen cuando la policía lo fue a buscar para declarar. “No aguanté más, exploté llorando y dije: ‘Me arruiné la vida, señor, me arruiné la vida’”. Y solicitó ver al papá de Catalina: “Lo primero que le dije a la Policía fue: ‘¿Dónde está Marcelo?’ Para que me mate, para que me tire al piso”.
FUENTE T13