Abatido, golpeado, sobrepasado. Así estaba Sebastián Moreno el pasado viernes. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y dicha frase refleja a la perfección el duro momento que vive el presidente de la ANFP.
Después de las críticas por lo ocurrido en La Pintana el martes que hubo paro nacional, el intento por el regreso del fútbol se iba a pique nuevamente cuando un centenar de individuos invadían la cancha del estadio Bicentenario de La Florida. El fracaso era grande y bien lo sabía el timonel.
Pero aún así no se daba por vencido. Pese a los graves incidentes, entraba a la cancha y le aseguraba a los planteles de Unión La Calera e Iquique que estaban las condiciones para reanudar el partido. Increíble, pero cierto.
Desde ese momento la conducción de Moreno quedaba en entredicho. La crisis social sobrepasaba al fútbol y también a él. “¡Está loco! Que venga él y arriesgue su integridad. Es una vergüenza”, decían los jugadores en la cancha.
A esa altura la imagen del presidente del fútbol ya estaba por el suelo. Y su gestión también. Eso quedó demostrado ayer en el Consejo de Presidentes cuando fue increpado por un directivo cuando se presentaba la idea de armar una Superliga para la próxima temporada.
“Nunca vi a un presidente ser tan maltratado en un consejo como lo es Moreno”, sentencia a El Mercurio un directivo que lleva años asistiendo a las reuniones de Quilín. Sus palabras reflejan con contundencia el momento que vive el abogado.
“No ha tenido el liderazgo que se esperaba, ha faltado visión de cómo desarrollar esta actividad. Ha faltado carácter para tomar decisiones”, sostiene el mandamás de Coquimbo, Jorge Contador, uno de los pocos que se atreve a hablar públicamente de Moreno.
Otro timonel de un club de la A -que prefiere no revelar su nombre- también es tajante. “Gamadiel García siempre fue un paso más adelante que él. Ha tenido poca reacción y sólo ha esperado que sea Estadio Seguro y el Gobierno los que toman decisiones”.
“Ya antes de esta crisis Moreno no venía bien. Los mismos que lo eligieron estaban disconformes con su gestión y ahora más aún. Ahora ha estado dubitativo, sobrepasado. Hoy tiene a gran parte del consejo en contra, eso refleja el duro momento que vive”, detalla un directivo de la B.
Precisamente su falta de liderazgo y escasa conducción en un momento tan complicado tienen muy en entredicho su rol. Incluso, entre algunos timoneles ya se habla de un “voto de censura” (se requiere 4/5 de la votación para que haga “abandono inmediato de sus funciones”).
“Habían presidentes muy enojados y le dijeron que esto no puede seguir así. A tres directivos de Primera los escuché plantear que evalúan interpelar a Moreno, incluso con un supuesto voto de censura”, cuenta un regente del balompié nacional.
Tan discutida está la conducción de Moreno que esta última idea es respaldada por algunos clubes, que esperan por una definición sobre esta temporada para luego dar el paso que viene.
“Esperaremos que pase todo esto y veremos la opción de buscar que se llamen a nuevas elecciones si es necesario”, sentencian dejando en duda un mandato que dura hasta 2022.
La crisis social no sólo afecta al fútbol chileno, también desnuda a su presidente, que si ya venía mal parado, hoy queda aún peor y en un escenario muy complicado para el futuro.
Fuente: emol