Con la ejecución de más de 250.000 m2 de pared de impermeabilización y sobre los 700.000 metros de perforación para inyecciones, Soletanche Bachy lidera en soluciones para el control de filtraciones y manejo de tranques de relaves mineros.
La firma filial del grupo Vinci de origen francés, que tiene más de 100 años de experiencia a nivel mundial y 60 años de presencia en Chile, cuenta con una variada gama de aplicaciones y servicios, tanto para depósitos en funcionamiento como en desuso.
“Hemos desarrollado casi todos los sistemas de control de infiltración de los tranques de la gran minería, trabajando de manera segura y respetando los compromisos medioambientales”, señala Marcelo Zelada, Gerente de Desarrollo de Soletanche Bachy Chile.
Diseño propio
El ejecutivo destaca que, gracias a su oficina de ingeniería, la empresa diseña y construye sus propios equipos, para adaptarlos a los proyectos y a las exigencias del terreno donde se emplazan.
Dentro de estos se encuentran grúas de excavación para la realización de paredes moldeadas, que le ha permitido a la firma alcanzar profundidades de 70 m en Chile, y 130 m a nivel internacional.
A lo anterior, se suman perforadoras, máquinas de sondajes y tuneladoras mecanizadas. Estas últimas desarrolladas a través de su filial BESSAC. “Tenemos equipos especializados, desarrollados por la empresa, para ejecutar los trabajos. Y personal experto, chileno y extranjero, que nos complementa con sus conocimientos”, resalta.
Amplia experiencia
Zelada indica que en tema de relaves Soletanche Bachy ha tenido una actividad sostenida en los últimos 15 años. “Hemos sumado una amplia experiencia y desarrollado tecnologías para el control y manejo de este tipo de tranques”, precisa.
Dentro de las técnicas que han implementado para el rubro, se encuentran los sondajes de investigación, las inyecciones de alta presión para mejoramiento e impermeabilización de suelos, o Jet Grouting; las inyecciones de roca, el muro drenante, los túneles MTBM y la pared moldeada.
En el caso de esta última, Zelada explica que se trata de un muro subterráneo de hormigón del tipo plástico, diseñado por el área de Ingeniería.
“Ese hormigón, forma un muro impermeable que bloquea las filtraciones de agua provenientes del tranque. Y gracias a la profundidad en que se emplaza, que en Chile ha alcanzado los 70 m, protege toda la cuenca donde éste se ubica”, asevera.
Reutilización de agua
En tanto, Zelada dice que, gracias a los muros drenantes, se pueden captar las aguas y después canalizarlas hacia plantas de tratamiento, o recuperarlas para reutilizarlas en los procesos mineros, reduciendo de esta manera el consumo de este insumo crítico.
El ejecutivo sostiene que la principal ventaja comparativa que ofrece Soletanche Bachy es la amplia experiencia que le otorga el haber implementado casi la totalidad de los sistemas de control de infiltración de los tranques de la gran minería.
“Es el caso de Las Tórtolas, de Minera Los Bronces; el de Minera Candelaria, o el tranque Barahona, de la División El Teniente de Codelco, entre otros”, subraya.
La mencionada solución puede ser utilizada también para bloquear la fuga de agua de los embalses. “La aplicamos en la central hidroeléctrica Angostura, de la Región del Biobío, donde llegamos a profundidades de 67 m. Con más de 50.000 m2 de pared moldeada, se convirtió en la más grande que se ha hecho para un solo proyecto en Chile”, concluye.
Fuente: mch.cl