El desarrollo de energías limpias en el país, foco prioritario que acaba de anunciar el Gobierno con miras a la esperada descarbonización avanza de la mano de condiciones que en Chile están prácticamente garantizadas, como por ejemplo la alta radiación del suelo, cielos despejados y un escenario regulatorio muy claro, además de una vasta superficie.
Este último punto resulta especialmente clave, cuando la inversión en proyectos de energías renovables -que hoy alcanza los US$22 mil millones- debe ser llevado a la práctica en terrenos que son aprobados por la autoridad para dicho fin.
El CEO de Solek Chile, Víctor Opazo, indica que “durante los últimos años se ha registrado una proliferación inédita de proyectos de energías renovables en distintos lugares del país. Esto responde en gran medida a los esfuerzos de una industria sana y competitiva, pero también al apoyo mancomunado entre terratenientes y el fisco, mediante el arriendo, venta o licitación de distintos terrenos para desarrollar proyectos de alto atractivo”.
En definitiva, las oportunidades que ofrecen las energías renovables en distintas partes del país no solamente consisten en una diversificación de las actividades económicas de determinada zona, sino que también son útiles refugios de inversión en tiempos de incertidumbre, además de fomentar el desarrollo de una industria que podría dar a Chile incluso réditos a nivel regional, convirtiéndose en una potencia exportadora de renovables.
El ejecutivo de Solek agrega que “la energía limpia llegó para quedarse, y esto es una realidad en gran medida gracias a cientos de pequeños parques solares que inyectan MWh a la red de manera directa, a la vez que generan una baja Huella de Carbono y ofrecen empleo regional y descentralizado”.
De esta forma, el suelo logra nuevos usos, más diversos y que facilitan la creación de nuevos polos de desarrollo.
Fuente: portalminero.cl