Además de las positivas sorpresas inflacionarias en Estados Unidos y Chile, la flexibilización de las restricciones por covid en China también inyectan optimismo al mercado.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos sorprendió y bajó a su menor nivel desde enero, llevando al dato interanual a 7,7%. Esto, luego de que variación mensual de octubre fuera de 0,4%, menor a lo esperado e inyectando estusiasmo al mercado.
Optimismo que también llegó a Chile, reflejándose en el precio del dólar, que ha vivido una semana de fuertes bajas en el país impulsado, además, por una inflación que igualmente está cediendo a nivel local, lo que mejora las pobres perspectivas respecto al devenir económico nacional.
Ante esto, analistas coinciden en que es muy probable que se sigan viendo descensos del billete verde, y no descartan que retroceda a $850. Esto, considerando que el dólar en el país lleva un buen tiempo instalado sobre los $900 y con constantes amenazas de retornar a los $1.000.
De hecho, este viernes el dólar cayó hasta los $889, acumulando con ello un desplome semanal de $40.
Luis Felipe Alarcón, económista de EuroAmérica, indicó que “datos recientes de actividad e inflación en EE.UU (Chile también), llevan a los mercados a anticipar que la Fed podría al menos disminuir el ritmo de alza de tasas que ha sostenido en las últimas reuniones, e incluso a apostar a que este ciclo contractivo podría terminar antes”.
De esta forma, añadió, el mercado comienza a ver la luz al final del túnel, “lo que ha llevado a que el apetito por riesgo se reactive de manera significativa, lo que ha bajado las tasas internacionales y depreciado al dólar, permitiendo la recuperación de precios de commodities (como el cobre) y la recuperación generalizada del mercado de monedas, peso chileno incluido”.
“De mantenerse las actuales condiciones, con datos que continúen apuntando a menores presiones inflacionarias (particularmente en EE.UU) el tipo de cambio perfectamente se puede acercar a $850, más aún si China da nuevas señales de relajar su estricta política sanitaria anti Covid”, acotó.
“Sin embargo, cualquier retroceso o señal de que las presiones inflacionarias siguen vigentes, tiene el potencial se provocar un fuerte retroceso en lo ya avanzado, más en un escenario como el actual donde la volatilidad ha sido gigante“, agregó.
Por su parte, José Raúl Godoy, jefe de análisis de la empresa de Inversiones XTB Latam, sostuvo que “las proyecciones son bajistas considerando este contexto, ya que existe la posibilidad que la Fed sea más cauta a la hora de seguir subiendo tasas, debido a la holgura que empieza a dejarle la ralentización de la inflación. El nivel clave que está marcando la tendencia del tipo de cambio son los $900, mientras se mantenga por debajo de dicho precio es probable que siga cayendo”.
Asimismo, afirmó que “si llega a caer por debajo de los $883 existen altas posibilidades de ver un dólar cayendo hacia los $870, incluso $850. Esto dependerá en gran medida de factores externos, como la inflación y factores internos como la recesión económica que se podría generar”.
“Si seguimos viendo una caída en los niveles inflacionarios deberíamos seguir viendo un tipo de cambio a la baja”, recalcó.
Mientras que Guillermo Araya, economista de Renta4, afirmó que “en caso que la inflación en EE.UU., siga dando señales a la baja, indiscutiblemente la Fed debería moderar las alzas de tasas y eventualmente modificar el gráfico de puntos de futuras tasas moderando la expectativas de techo para la tasa en 2023, que en algún momento se han ubicado en hasta 5,25% considerando que actualmente se ubica en 4,0% y que el nivel neutral debería ubicarse entre 2,5% a 3,0%”.
“A lo anterior se suma un menor confinamiento en China, lo que reactivaría el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo y el principal comprador de commodities a nivel global. China consume el 40% del cobre, que es nuestro principal producto de exportación”, acotó.
Por último, aseguró que “si se materializan las expectativas en cuanto a un ritmo más suave en las alzas de tasas en EE.UU., y además con un peak más bajo, con un techo de 4,50% en vez de 5,25% esperado, sumado a desconfinamientos en China que impulsen su crecimiento y que en Chile se logre alcanzar prontamente una buena reforma previsional y tributaria, entonces el dólar perfectamente podría bajar a $850 e incluso caer hasta los $835″.
Fuente: Emol