El 11 de julio de 2012, Nicolás González Aguilera fue condenado a 12 años y seis meses de presidio mayor en su grado medio por el homicidio simple y aborto violento cometido en San Felipe contra Tamara Lepe Vargas y su hijo con ocho meses de gestación, luego golpearla en reiteradas ocasiones y provocarle heridas que, según dijo la Fiscalía en aquel entonces, “solo se asemejaban a la de un accidente de tránsito”.
Fue el fiscal Osvaldo Basso destacó en el juicio contra González que la víctima “murió por un traumatismo esquelético visceral, lesiones que uno ve en accidentes de tránsito violentos o en caídas al vacío desde alturas considerables”, agregando que existió extrañeza “que con puños y pies haya propinado daños de tal magnitud”.
González, quien en aquella instancia tenía 19 años, debía cumplir su pena hasta el 2023 luego de que recibiera una rebaja en su sentencia original, que apuntaba hasta el 2024.
El fallo entregado en julio del 2012 por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de San Felipe, al cual tuvo acceso 24horas.cl, especificó que “no se concede al sentenciado beneficio extracarcelario alguno, de manera tal que la pena privativa de libertad impuesta, deberá cumplirla efectivamente, sirviéndole como abono el tiempo que ha permanecido ininterrumpidamente privado de libertad en razón de esta causa, esto es, desde el día 06 de noviembre de 2011 a la fecha”.
No obstante, fuentes al interior de Gendarmería informaron a este portalque el sujeto recibió la libertad condicional el 22 de julio de 2017 luego de cumplir la mitad del proceso y cumplir los requisitos legales en aquel entonces, pudiendo salir de prisión.
La decisión judicial retomó un largo dolor en la familia de Tamara, quienes revivieron el daño de lo ocurrido hace casi nueve años.
Su madre, quien prefirió no publicar su identidad, dijo que durante meses sintió miedo de denunciar y “funar” que el autor del crimen de su hija quedara en libertad, revelando que en febrero del 2020, en San Felipe, confirmó los rumores que apuntaban a ello: “Yo tenía mis sospechas, pero no lo tenía claro. Pero cuando salía del cementerio donde fui a ver a Tamara, me lo encontré cara a cara y en plena calle. Quedé en shock, casi me desvanecí”, manifestó.
“¡TÚ ERES EL ASESINO DE MI HIJA, QUÉ HACES LIBRE!”
La mujer se sinceró con 24horas.cl, reconociendo que nunca quiso dar a conocer sus sentimientos por miedo, pero que el caso de Ámbar “me motivó a hablar”.
El crimen de Tamara sacudió a la zona luego de que, pese a su avanzado embarazo, González la mató e impidió que el hijo de ambos pudiera vivir, destrozando una familia que hasta el día de hoy siente las heridas del asesinato.
“Mi marido murió de pena tras la muerte de Tamara. Nosotros estábamos separados, pero sentí mucho cómo terminó su vida. Se fue en soledad y triste por su hija”, reconoció.
Sobre su situación, la mamá de la joven manifestó que decidió “funar” al aludido “para sacarme el miedo, porque sinceramente no sé cómo sigo en pie”.
Sin embargo, narró que en febrero del 2020, tras ir al cementerio en San Felipe -zona que tiene “bloqueada porque me recuerda a mi hija”- se encontró cara a cara con Nicolás González: “Casi mi desvanecí, le grité ¡tú eres el asesino de mi hija, qué haces libre! Había escuchado rumores de que podría estar libre, pero nunca lo había podido confirmar”.
“ÉL ES UN DEMONIO, LA LEY ES MUY GARANTISTA PARA ESTAS PERSONAS”
La madre de la víctima expresó su decepción por el caso de su hija, de Ámbar y otros cuyos responsables quedaron en libertad tras recibir beneficios.
“Este tipo es un demonio, la ley es muy garantista para estas personas. Nadie tiene derecho a quitarle la vida así a mi hija, no tuvo compasión”, añadió.
La afectada destacó que existen problemas en el sistema actual, “porque ahora que está libre todos creen que es como una oveja, pero cuando él se altera es realmente peligroso”.
“Ellos hacen lo mismo y tarde o temprano no volverán a hacer”, sentenció.
Fuente: 24horas.cl
