Francesca Vives Figueroa, arquitecta, académica UCEN Región de Coquimbo.
Para muchos habitantes de la región, el ciclismo, aparte de ser uno de los tantos deportes que se pueden practicar con nuestroclima templado; y como un eficaz y saludable modo de transporte, también se convirtió en una estrategia para sobrellevar la pandemia, entregando beneficios en salud, tanto física como mental.
La franja deportiva, en época de cuarentena, fue una de las primeras instancias, que facilitó esta práctica, para quienes se animaron a madrugar y disfrutar de un panorama al aire libre. Yo fui una de las que cambié mis rutinas para no perderme este espacio y hacer del aislamiento algo más ameno. Fue así como empecé mis días laborales con un pedaleo urbano, antes de comenzar las clases de arquitectura, que dicto en la Universidad Central.
La región cuenta con varios grupos, desde el cicloturismo a ciclismo de competencia. Estas distintas agrupaciones se han apropiado poco a poco de los distintos espacios que ofrece la región, desde las ciclovías en la costa hasta los senderos disponibles en los cerros.
Claramente, la bicicleta, aparte de todos los beneficios que tiene, constituye ¡una excelente forma de conocer la ciudad! Y una oportunidad de atreverse a visitar y recorrer en equipo algunos de los atractivos urbanos y rurales presentes en nuestra zona.