Tras 27 años de carrera intachable en la Fuerza Aérea, Jorge dio positivo a cocaína en un test institucional. Los resultados no sólo significaron la apertura de una investigación en la Fiscalía de Aviación, sino también que su carrera se fuese a pique. En la declaración que prestó ante el persecutor de la causa, alegó inocencia y apuntó sus sospechas a un bingo vecinal. La indagatoria llegó este lunes a la justicia ordinaria, luego de que la judicatura castrense no pudiera establecer una infracción a la Ley 20.000 al interior de un recinto militar. La historia es de la Unidad de Investigación de BioBioChile.
Cuando el sargento primero de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), Jorge L.V.V., fue confrontado por la Fiscalía de Aviación por dar positivo a cocaína en un test de la institución, simplemente alegó inocencia.
En su declaración del 2 de diciembre de 2021, dijo no tener recuerdos de haber consumido algún tipo de estupefaciente y que la única explicación que se le ocurría es que lo drogaron en un bingo de su vecindario. Sus sospechas recaían, así, en una michelada.
El nombre del funcionario llegó este lunes ante el Noveno Juzgado de Garantía de Santiago, luego de que la judicatura castrense se declarara incompetente de seguir conociendo la investigación por infracción a la Ley 20.000 que pesa en su contra.
Y es que la indagatoria interna no le permitió al fiscal militar a cargo del caso determinar si los hechos acaecieron o no en un recinto de la FACh. De ahí que sea la justicia ordinaria la que deberá determinar si hubo delito o no, y si la versión del uniformado tiene correlación con la realidad.
HONESTIDAD Y ESPÍRITU DE SACRIFICIO
Hasta antes del test de la discordia, Jorge fungía como un mayordomo de destacada trayectoria en la Dirección de Finanzas de la FACh, un puesto de confianza en una repartición clave de la institución.
Sin ir más lejos, su jefe directo, el general de brigada aérea y miembro del Alto Mando, Carlos Ketterer, alabó en más de una ocasión el trato cordial, honestidad y gran espíritu de sacrificio del funcionario de 44 años.
Su carrera, sin embargo, se vino a pique el 19 de octubre de 2021. Ese día supo que había dado positivo a cocaína en un examen de orina que la institución lleva adelante de manera anual y preventiva. Jorge no aceptó los resultados y pidió el análisis de una contra muestra. Corrió la misma suerte: positivo.
Fue el propio general Carlos Ketterer el que debió firmar el oficio que derivó los antecedentes a la Fiscalía de Aviación para investigar una eventual infracción a la Ley de Drogas.
¿UNA MICHELADA?
Jorge llegó el 2 de diciembre de 2021 a declarar ante Mauricio Vega, el persecutor que condujo la indagatoria en su contra. En una carilla y media, el funcionario afirmó que no consume drogas. Menos cocaína y ni pensar en las altas concentraciones que la prueba arrojó.
“La única explicación que se me ocurre es que en algún evento en el que yo haya participado, haya ingerido algún bebestible que estuviese contaminado con droga sin que yo lo supiera”, argumentó.
A reglón seguido, recordó que un fin de semana previo al test de orina, participó junto a su pareja en un evento de beneficencia en el barrio donde vivía.
“Llegamos como a las 20:30 y me serví algunas cervezas, participamos del bingo que se realizó y me comencé a sentir mal, con dolor de cabeza. Lo comenté a mi pareja y me retiré a descansar a mi domicilio tipo 21:30. Ella se quedó un rato más”, relató.
Al ser requerido por el fiscal, Jorge contó que las cervezas eran tipo michelada. Las vendían en vasos plásticos desechables de cartón, color café, y afirmó no conocer a quienes atendían el stand de tragos.
También narró que no le dijo a nadie de su malestar, salvo a su acompañante. Al día siguiente aún le dolía la cabeza pero no tanto como para ir al médico. Sentía una punzada en la parte frontal de la cabeza y traía la boca seca.
“Asumí que el dolor podía ser resaca producto de haber bebido alcohol la noche anterior. Recuerdo que tomé unos cuatro o cinco vasos”, sentenció.
LOS TESTIGOS
En medio del proceso judicial, también debió salir al baile la pareja del funcionario. La mujer fue interrogada por el fiscal del caso. En buenas cuentas, se mostró sorprendida por los resultados del test, les confidenció que se iban a casar y confirmó el relato de Jorge. Expuso que nunca en su vida lo vio consumir estupefaciente alguno.
Lo propio ocurrió con un amigo del investigado. Se habían conocido hace 10 años en la Fuerza Aérea y hace cuatro que trabajaban juntos en la Dirección de Finanzas. Afirmó que jamás lo vio drogarse.
“Yo tengo un familiar directo que no es funcionario institucional y que fue drogadicto. Eso por ello que yo sé cómo se comporta este tipo de personas. Ellos tienen una conducta muy ansiosa y a veces muy agresiva”, aseveró.
“Es por lo expuesto que me sorprendió de sobremanera la situación que afectó al mencionado Jorge”, cerró.
Por si fuera poco, un tercer testigo testimonió a favor del acusado. Se trata de un suboficial de la FACh a quien también conocía hace una década. Al igual que el resto, su discurso estuvo llenas de buenas palabras para Jorge: que era un aporte a la institución, un profesional de tomo y lomo y un hombre “muy devoto” a su familia.
Y cómo no, él también tenía experiencias cercanas con consumidores “reales”.
“Después de la jornada laboral, yo me desempeño como taxista, labor que he efectuado por más de 27 años, y es por ello que me ha tocado lidiar con gente que es drogadicta, personas que son muy agresivas y ansiosas, razón por la cual, son capaces de hacer cualquier cosa por adquirir y consumir droga”, comentó. Una conducta, que dijo jamás haber visto en Jorge.
“QUIERO SABER QUÉ PASÓ”
A lo largo de las pesquisas, el fiscal se apoyó en la Brigada de Investigación Criminal de Cerrillos de la PDI. Y como en base a las diligencias no se logró establecer si la infracción a la ley de drogas ocurrió en un recinto militar, el persecutor no tuvo más opción que derivar los antecedentes ante la justicia ordinaria.
Así, este lunes la carpeta investigativa se puso en manos del Noveno Juzgado de Garantía de Santiago, tribunal ante el cual deberá sustanciar la indagatoria que deberá esclarecer si hubo o no delito. Y , desde luego, si el empleado de la FACh tiene o no la razón.
Consultado por este medio, Jorge sostiene que ya no forma parte de la institución, que él pidió que lo dieran de baja. Asegura que desde la FACh quedaron de llamarlo para explicarle los alcances de la investigación, pero que no ha recibido respuesta.
Sigue alegando inocencia. “Quiero saber qué pasó”, reclama.
Requerida la FACh emitieron un comunicado en el que confirman que el sargento primero dejó la institución el 31 de diciembre de 2021.
Lea la declaración completa de la Fuerza Aérea aquí:
“En atención a su solicitud de información respecto al Señor Jorge L.V.V., informo a usted que:
De acuerdo con la Ley Nº 20.000, que sanciona el Tráfico Ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, la Fuerza Aérea de Chile, conforme a la normativa institucional, realiza de manera aleatoria test de drogas al personal institucional. En este contexto en octubre de 2021 efectuó una prueba al entonces Sargento 1° Jorge L.V.V., quien dio positivo en la muestra y contramuestra.
Los antecedentes fueron remitidos a la Fiscalía de Aviación, instruyéndose la causa 43-2021 por consumo de estupefacientes. Atendido los antecedentes en la causa, dicha fiscalía se declaró incompetente debido a que el consumo se habría realizado fuera de un recinto militar, por tal razón se derivaron los antecedentes al Noveno Juzgado de Garantía de Santiago.
Con fecha 31 de diciembre de 2021, el Señor Jorge L.V.V. dejó de pertenecer a la Fuerza Aérea de Chile, conforme a la decisión de retiro voluntario.
Fuente: Bio Bio