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Vacaciones 2022 una Invitación a cuidar nuestra Salud Mental

Luego de casi dos años en casa producto de la pandemia, y frente a un escenario que parecía controlado por cuanto nos permitió volver a la “normalidad” del trabajo, la escuela y a las actividades sociales, la temporada estival se veía como una oportunidad para por fin desconectarnos y aprovechar este tiempo para disfrutar con familia y/o amigos. Sin embargo, encuestas reflejan que más del 50% de los chilenos no se tomarán vacaciones en este periodo debido a factores económicos y a la aparición de una nueva variante del virus, hecho que resurgió el temor y la incertidumbre en muchos.

Esta situación es sumamente preocupante, más aún cuando consideramos que las vacaciones son un espacio fundamental para mejorar nuestra salud mental, por cuanto a nosotros los adultos nos permite tener una pausa justa y necesaria de toda la vorágine del año, mientras que los niños pueden aprovechar este tiempo en familia para reír, explorar y descubrir.

Nuestro cuerpo y mente nos hablan constantemente, el primero mediante la fatiga o las jaquecas, y el segundo cuando empezamos a olvidar cosas, dormimos pero no descansamos y/o cuando estamos irritables, por eso es que debemos escuchar lo que nos dice, más allá del hecho de que como adultos debamos cumplir las obligaciones laborales o familiares que tengamos. El no descansar y seguir manteniendo un alto nivel de exigencia a largo plazo podría traer consigo consecuencias en nuestra salud mental, como una propensión al estrés, la ansiedad y la depresión.

Nuestra primera responsabilidad es con nosotros mismos, no debemos olvidarlo. Por eso es tan importante que hagamos esta pausa y sin engaños, la desconexión debe ser total lo que significa sin computador, sin revisar correos del trabajo, sin responder llamadas y en lo posible, sin celular, en otras palabras, calidad de presencia, para nosotros mismos y nuestras familias.

Es por ello que, como Fundación Liderazgo Chile, los invitamos en este periodo estival a descubrir las emociones estéticas relacionadas con nuestra experiencia ante la belleza, lo que nace de la sensibilidad y que es fruto de la conexión con lo que se está observando, por ejemplo, lo que nos produce una puesta de sol, la sensación de caminar libremente sin rumbo, el contacto con la naturaleza, observar una obra de arte, escuchar una canción, o bailar.

En este sentido, las emociones estéticas nos invitan agradecer las cosas simples de la vida, a generar un vínculo con aquellas cosas que siempre están ahí pero que nunca nos tomamos el momento de apreciar, a desconectamos por un momento y a disfrutar de una experiencia que de seguro no olvidaremos.

Sin importar nuestra edad o situación socioeconómica, las vacaciones son un periodo valioso para rodearse de estas emociones tan enriquecedoras para todos, es una instancia que nos invita al recogimiento, a la reflexión y a alejarnos de los ambientes urbanos que muchas veces limitan nuestras perspectivas sobre la belleza que nos rodea.

Entonces ¿por qué no aprovechar la oportunidad de tomarnos vacaciones, desconectarnos, dejar por un par de días el caos a un lado, y disfrutar dentro o fuera del hogar con quienes más amamos? De seguro si lo hiciéramos recargaríamos las energías para un nuevo año que por cierto estará colmado de desafíos.

Arnaldo Canales – Director Ejecutivo Fundación Liderazgo Chile.

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