Se trata de D2 One, un elemento que es totalmente lavable y reutilizable y está fabricado con un aditivo antimicrobiano basado en cobre y nanotecnología, de probada eficacia. Al entrar en contacto, los microorganismos sufren un daño irreparable lo que conlleva a su destrucción. De esta forma, al ser utilizado en lugares de alto tráfico, evita el contagio con superficies contaminadas.
El pasado lunes ya se cumplieron más de dos semanas desde el inicio del retorno a clases presenciales y según datos del Mineduc, más de 5 mil establecimientos han abierto sus puertas. Sin embargo, hasta el momento son varios los colegios que han debido suspender sus clases debido a casos de COVID-19 y como una forma de evitar los contagios en dichos establecimientos.
Una situación que preocupa a las autoridades, en momentos en que los contagios a nivel nacional van en aumento y que se están decretando nuevas cuarentenas en el país, mientras la mayoría de la Región Metropolitana está en transición.
Considerando este escenario los responsables de la empresa Bacuplast, promueven el uso de D2 One, un pulsador-tirador anti-COVID, que fue creado utilizando lo mejor de la tecnología y partículas de cobre, convirtiéndose en una extensión de las manos, que evita el contacto con superficies de alto tráfico, disminuyendo las posibilidades contagio de virus, gérmenes, bacterias y hongos, de las manos al rostro, lo que hoy reviste un alto riesgo para quienes están en los colegios, ya sean alumnos o profesores.
El diseño ergonómico permite al usuario presionar botones de alto contacto en ascensores, cajeros automáticos y pagos con tarjetas. En el caso de los colegios, se pueden abrir puertas, correr sillas, y posibilita la sujeción y apoyo en las barandas del transporte público.
Si bien D2 One es totalmente lavable y reutilizable, para ser más efectivo ante el COVID-19, está fabricado con un aditivo antimicrobiano basado en cobre y nanotecnología, de probada eficacia que brinda protección contra los microorganismos que se depositan en su superficie como virus, bacterias y hongos. Al entrar en contacto, estos microorganismos sufren un daño irreparable en su estructura celular, lo que conlleva a su destrucción.
Sus usos son múltiples: Tirar, pulsar, empujar, girar, abrir, levantar, trasladar, enganchar, además, es fácil de higienizar y transportar. Se puede usar como más le acomode a cada persona, fácil de llevar.
Además, al ser reutilizables y reciclables, estos pulsadores son amigables con el medio ambiente.
“El uso de este elemento es perfecto para enfrentar el alto flujo de personas que se produce en los colegios, donde cientos de niños y decenas de profesores transitan por los distintos espacios comunes. Si queremos que la reapertura de escuelas no sea un fracaso, es necesario cuidarnos de los contagios y este es un elemento que, gracias a la inyección de plástico y al uso de partículas de cobre, evita el contacto directo con superficies contaminadas. Además son elementos reutilizables y amigables con el medioambiente”, explica Giovaninno Baselli Fernández, representante de Bacuplast (https://www.bacuplast.cl), empresa creadora de este producto.