Vivir en un campamento en la ciudad de Copiapó, en estos meses se ha convertido en algo cada vez más complicado. A los problemas de no contar con los servicios básicos de agua potable y electricidad, se han sumado en varias familias las pérdidas de trabajo o de ingresos muy precarios.
Según datos de la Fundación Techo, en Atacama existen 62 campamentos, involucrando a unas 3097 familias.
En una realidad que dentro de la misma sociedad, las personas que viven en campamentos sufren de discriminación, que se refleja en diversas formas y maneras, ya sea porque para poder tener luz se realizan instalaciones irregulares en el tendido eléctrico, lo que genera que el sistema colapse, dejando a las villas y poblaciones aledañas también sin el suministro, provocando roces entre los vecinos.
Si a lo anterior, sumamos que ser extranjero, lleva a la discriminación a niveles más elevados. Eso es lo que viven a diario los habitantes del campamento Buenavista, el cual está compuesto mayoritariamente por ciudadanos provenientes desde Bolivia.
63 familias que como manera de poder visibilizar sus precarias condiciones realizaron una manifestación distinta, limpiando sus calles, retirando la basura y todo aquello que se convierte en foco de infecciones.
La dirigente Silvia Vargas, que había anunciado dicha manifestación señaló: “Esta es la actividad prometida y realizada nuestra limpieza comunal y aseo comunitario, por un Campamento Sano, Limpio y Seguro”.
Lo que necesitan de parte del municipio local es tener agua potable en camión aljibe, de manera más continua, para poder mejorar su calidad de vida, en medio de esta pandemia.
